El Barça se duerme y deja viva La Liga

Madrid

Pensaba el Barça que tendría una plácida mañana de fútbol ante su gente, pero nada más lejos de la realidad. El líder, más líder por matemáticas que por fútbol, vio como volaban los primeros puntos de su estadio ante un sobresaliente Celta que volvió a Vigo con un tremendo botín.

En el segundo 50 de partido tuvimos el primer incidente. El central del Celta Sergi Gomés tuvo que retirarse del terreno de juego debido a problemas en su hombro, dejando su sitio en el campo a Gustavo Goméz.

A pesar de algunos balones con peligro que colgó el Celta en los primeros minutos de partido, la primera jugada con peligro la creó el Barça. Messi recuperó un balón en cancha propia, tiró un caño espectacular para correr a campo abierto pero su disparo se vio entorpecido por la zaga gallega.

En los primeros compases del encuentro vimos a un Celta bien plantado, recuperando balones y teniendo el equilibrio del partido. El Barça, estéril y descafeinado, vio como el equipo vigués aprovechaba su falta de colmillo para poner el partido patas arriba.

En el minuto 20, tras un robo en campo propio, los hombres de Unzué salieron disparados hacia el arco de Ter Stegen. Iago Aspas conducía la bola, yendo dos contra uno, cedió el balón a un Maxi Gómez que se encontró con una parada descomunal de Ter Stegen. Sin embargo, en el rechace estuvo atento el ariete gallego para poner el 0-1 en el Camp Nou.

Despertó el Barça a raíz de gol, mostrándose mucho más agresivo de cara a gol. Encabezados por un Messi inspirado, los culés encontraron la igualada pocos minutos después. Una jugada combinativa entre Messi, Iniesta, Suárez y Paulinho dejó al rosarino enfrente de Sergio, al que batió metiendo el balón entre sus piernas.

Siguió el Barça atacando sin cesar la potería gallega, pero el segundo gol no llegó antes del descanso, palo de Messi incluido entre medias. Bueno, llegar llegó, pero el árbitro lo anuló por un fuera de juego inexistente de Luis Suárez.

Tras la reanudación, el equipo culé no salió con la misma intensidad con la que se había marchado al vestuario. Esta pasividad permitió al Celta vivir tranquilo en el partido, sin agobios. Sin embargo, el Barça empezaba a aparecer poco a poco.

Frotó Messi la lámpara en el 61 de juego para encontrar a Jordi Alba en la banda izquierda, quien cedió un balón delicioso para que Suárez se reencontrase con el gol. No se vino abajo el Celta, quien empató un puñado de minutos después por medio de Maxi Gómez, quien esta vez no desaprovechó otra asistencia de Aspas.

El problema era doble para el Barça, ya que tenía que meter un gol más para llevarse el partido y había perdido a Umtiti por lesión. Con las prisas propias de sumar los tres puntos, los culés dejaron muy descuidada la parcela defensiva, haciendo que el Celta tuviese en varias acciones el tercer gol.

Al final, empate a dos y reparto de puntos que sabe mejor a los visitantes que a los locales. Madrid y Valencia, más cerca si ganan sus partidos del liderato.