Primeras manifestaciones palestinas contra decisión de Donald Trump
Se espera que la gran ola de protestas se produzca realmente el viernes, el día santo musulmán
Jerusalén
Las primeras manifestaciones palestinas acaban de comenzar en Jerusalén, Gaza y ciudades como Belén y Ramala, en Cisjordania. Son concentraciones pequeñas y por ahora tranquilas ya que se espera que la gran ola de protestas se produzca realmente el viernes, el día santo musulmán.
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El movimiento islamista Hamas ha pedido desde Gaza que se lance una nueva intifada para defender Jerusalén desde mañana. “La única manera de hacer frente a la política sionista mantenida por Estados Unidos es lanzar una nueva Intifada” ha dicho el líder de Hamas, Ismail Haniyeh.
Para responder a esta amenaza creciente, el ejército israelí ha anunciado el despliegue de varios batallones suplementarios en Cisjordania, lo cual representa varios centenares de soldados. En Jerusalén, la presencia policial se ha multiplicado en lugares sensibles como la puerta de Damasco donde varias decenas de palestinos se concentraron al mediodía rodeados de las fuerzas del orden israelíes que llevaron a cabo varias detenciones.
La parte Este o palestina de Jerusalén ha amanecido con todos los comercios y escuelas cerrados para protestar por la decisión del presidente Donald Trump de reconocer Jerusalén como capital de Israel y trasladar su embajada de Tel Aviv a la ciudad santa.
Sus palabras, aunque esperadas, han provocado una gran tristeza, rabia y hartazgo entre los palestinos de Jerusalén-Este, que son en este momento un tercio de la población de la ciudad. Para ellos, la vida diaria cambiará poco o nada ya que Israel gobierna de facto la ciudad, controla sus movimientos, les entrega sus documentos de identidad y decide sobre los permisos de construcción, entre otros. Estos palestinos se sienten privados de sus derechos desde hace muchos años y la decisión de ayer les confirma que la situación no mejorará y que el sueño de ver el Este de la ciudad convertido en la capital de su futuro Estado parece cada día más irrealizable.
“Somos palestinos viviendo en Israel bajo gobierno israelí, bajo su control. Nuestro documento de identidad dice que somos personas que residen provisionalmente. No somos ciudadanos. ¿Los palestinos controlan de alguna manera Jerusalén? No. Ni siquiera podemos controlar el acceso a nuestra mezquita. ¿Qué cambia entonces? Nada, son sólo palabras. Israel y Estados Unidos son una sola persona, un solo pueblo. No tomarán ninguna decisión que nos beneficie a los palestinos”, afirma Mahmud, comerciante de la Ciudad Vieja.
En un discurso pronunciado esta mañana, el primer ministro israelí Benjamin Nenyahu ha considerado que Trump ha entrado en la historia de Jerusalén, al reconocerla como capital.
Del lado de las autoridades palestinas, hay una certeza: Trump no puede hablar de Jerusalén como capital y de paz al mismo tiempo. Para los dirigentes de Ramala, Estados Unidos ya no es un interlocutor legítimo en un proceso de diálogo, ya que está apoyando la ocupación de la ciudad, iniciada en 1967.
Los dirigentes palestinos, comenzando por el presidente Mahmud Abbas, han alertado de las funestas consecuencias que la declaración de Trump podría acarrear para el conflicto israelo-palestino y la estabilidad de la región.
Jerusalén es sagrada para las tres religiones monoteístas (Islam, judaísmo y cristianismo), lo cual torna la ciudad un punto hipersensible y el epicentro del conflicto entre israelíes y