Sociedad
Mutilación genital

"Es una verguenza que la campaña #MeToo no incluya la mutilación genital femenina"

Supervivientes de la mutilación genital femenina se unen al movimiento contra los abusos hacia la mujer #MeToo

Marcha contra los abusos sexuales en Roma el día 20 de enero de 2018 / Andrea Ronchini Getty Images

En la víspera del Día Mundial de Tolerancia Cero Contra la Mutilación Genital Femenina (FGM siglas en inglés), Leyla Hussein, una de las primeras supervivientes de la FGM en presentarse en Gran Bretaña, ha declarado que "es una verguenza que la campaña #MeToo no incluya la Mutilación Genital Femenina" y ha instado a utilizar el mismo hashtag cuando se hable de esta práctica en redes sociales.

La campaña que se inició debido las acusaciones de abuso sexual contra el magnate de Hollywood Harvey Weinstein, ha conseguido que miles de mujeres y niñas hablen sobre los abusos que han sufrido a lo largo de su vida a través de las redes, lo que ha provocado una mayor concienciación social y el apoyo durante los Globos de Oro, Grammys y Goya de los actores, actrices y demás personalidades que vestían de negro en señal de solidaridad.

Este ritual, condenado mundialmente, se practica en África, Oriente Medio y Asia y, a día de hoy, más de 200 millones de mujeres y niñas han sido víctimas de la ablación que puede producir hemorragias graves, infecciones, problemas en el parto y aumento del riesgo de muerte del recién nacido, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En la mayoría de los casos, la FGM se practica en la infancia entre la lactancia y los 15 años y está considerado como una violación de los derechos humanos de las mujeres y niñas, incluso llega a ser una vulneración del derecho a la vida en los casos en que esta práctica causa la muerte.

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Leyla Hussein, fundadora de Dahlia Project, organización que asesora a las mujeres que han sufrido este ritual, denuncia que la mutilación es un tipo de abuso sexual donde las víctimas han sido, una vez más, olvidadas, de ahí que pida una mayor visibilidad en redes y se utilice el hashtag en las publicaciones de este martes, día oficial donde las voces de las supervivientes deben ser escuchadas.

Según la activista británica criada en Somalia, Hibo Wardere, tanto la campaña #MeToo como el movimiento contra la Mutilación Genital Femenina buscan que "las mujeres tengan el control de sus cuerpos". "La FGM es un tipo de violencia sexual, por supuesto que debería ser parte de la campaña #MeToo", añade. Además condena esta práctica como una forma de controlar la sexualidad, los cuerpos y pensamientos de las mujeres provocando que se sientan insignificantes y un objeto que pertenece a un hombre: "eso es contra lo que luchamos".

 
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