Rajoy se va de pueblos para denunciar la reforma electoral de Cs y Podemos
El presidente hará un nuevo tour rural para explicar que la propuesta de sus contricantes "destroza la representación de la España interior y despoblada, dejando a 20 millones de ciudadanos sin voz"
Un estudio interno del PP señala que, con esta reforma, en Cataluña aumentaría el número de diputados independentistas
El bipartidismo sería el gran perjudicado. El PP calcula que su formación perdería entre 15 y 20 escaños y el PSOE, entre 8 y 10
Madrid
Mariano Rajoy fue a un campo de alcachofas de Tudela en 2016. También visitó una ganadería en Asturias donde hizo un mitin delante de las vacas. La campaña del 26-J dejó un buen número de instantáneas del presidente del Gobierno entre mercados, cañas y selfies por las calles de España. Pero, sobre todo, sirvió para que el PP sumara 14 escaños más al resultado cosechado en las elecciones que se habían celebrado tan sólo unos meses antes.
Por eso, ahora, ante el ascenso de la formación de Albert Rivera en las encuestas, la dirección nacional ha decidido recurrir a la misma estrategia. En las filas populares consideran que Rajoy tiene un gran tirón entre los mayores de 55 años y en las zonas rurales. Algo que piensan "explotar" para recuperar terreno. Creen que hay que vender "la faceta más campechana" del jefe del Ejecutivo y ponen de ejemplo el baile que se marcó hace unos días en una boda. Les parece que con ese vídeo ganó más votos que haciendo discursos y quieren que ahora se vuelva a pasear por los pueblos yendo a tocar las campanas y saludando a la gente. "Mientras otros tienen alergia al contacto", apuntan señalando a Rivera.
De ese modo el PP prepara un nuevo tour que aprovechará para ir denunciando que Ciudadanos y Podemos se han aliado para impulsar la reforma del sistema electoral. Una foto que, según los populares, es "un grave error" para aquellos que les apoyan porque jamás podrán comprender la unión de dos formaciones así de antagónicas.
En Génova manejan un documento interno en el que se analiza la situación de cara al futuro. En el estudio se señala que actualmente entre Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Aragón y La Rioja suman 80 diputados y, según sus cuentas, con el reparto proporcional que proponen sus adversarios políticos bajaría a 55.
Mientras que en Cataluña, donde en estos momentos se reparten 47 escaños, se ascendería hasta los 56. El PP considera que ellos no serían los beneficiados, sino los independentistas. Están convencidos de que los soberanistas aumentarían "en gran medida". Además, de concluir que esta reforma "destroza la representación de la España interior y despoblada". Sostienen que si se da este paso "20 millones de ciudadanos perderán la voz". "Todo el mundo tiene un pueblo o algo en un pueblo", comentan en la cúpula conservadora con la intención de que su mensaje cale entre toda la población.
Pero la verdad que se esconde detrás de todo esto es que el bipartidismo sale perdiendo. PP y PSOE son los perjudicados. Los populares calculan que su formación perdería entre 15 y 20 escaños y los socialistas, entre 8 y 10. Los conservadores son los más afectados y, por eso mismo, cada vez que se habla de este tema ellos recuperan su viejo argumento de que debe gobernar "la lista más votada" en los ayuntamientos.
Esta reclamación ya fue registrada en el Congreso en julio de 2015, tras el batacazo que los populares se dieron en las urnas. El mapa político dejó de ser fundamentalmente azul. El PP perdió la mayoría absoluta con la que gobernaban en muchos sitios y sus dirigentes fueron desbancados del poder tras los pactos que cerraron otras fuerzas políticas. Una situación que ya vislumbran se podría repetir de cara al 2019.