Un preso por corrupción, multado por acusar de mentir a los jueces que le condenaron
La Justicia ha confirmado una multa de para un exjefe de MInas de la Junta de Castilla y León por enviar cartas, desde prisión, a catorce jueces acusando de mentir a los magistrados que le condenaron: las indemnizaciones de 2.000 euros irán a Cáritas
Madrid
Maurilio Parrado, exjefe de la sección de minas de la Junta de Castilla y León en Valladolid, fue enviado a la prisión cántabra de El Dueso por favorecer a determinados empresarios del sector de la minería a cambio de dádivas y otros favores: ahora ha sido condenado a indemnizar a los tres jueces que le condenaron por acusarles de mentir y prevaricar en cartas que él mismo envió desde la cárcel a más de diez magistrados.
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Parrado, jefe de la sección de minas en la Junta en Valladolid entre los años 2000 y 2004, ingresó en prisión hace tres años para cumplir condena por cohecho, falsedad en documento oficial y otro de negociaciones prohibidas a los funcionarios después de que el Tribunal Supremo hiciese firme la condena que le impuso la Audiencia Provincial de Valladolid: consiguió, por ejemplo, que un empresario le pagase más de 8.000 euros bajo la amenaza de que, si no lo hacía, "hablaría mal de dicha sociedad a los promotores mineros de Valladolid", exigiendo a otro que contratase a su hermano "y que si no lo hacía se iba a enterar de quien era él".
Según la sentencia a la que ha tenido acceso esta emisora, Parrado decidió pasar al ataque desde su celda en la cárcel de El Dueso (Santoña), y en apenas quince días envió cartas a catorce magistrados y magistradas "con ánimo de ofender, calumniar y perjudicar" a los tres jueces de la Audiencia Provincial de Valladolid que le condenaron: Feliciano Trebolle, Fernando Pizarro y Miguel Ángel de la Torre. Unas cartas que ahora le cuestan 1.440 euros de multa por tres delitos continuados de calumnias, además de la obligación de indemnizar con 2.000 euros a cada uno de los tres magistrados que le condenaron por corrupción, un dinero que por petición de los propios jueces será entregado a Cáritas Diocesana.
Los jueces "mienten e inventan"
Según declara probado la Justicia en sentencia firme, este exjefe de Minas de la Junta envió las misivas a un total de catorce magistrados y magistradas: cartas en las que cargaba contra la decisión de condenarle y acusaba al tribunal de la Audiencia Provincial de Valladolid de "mentir e inventar un delito inexistente para condenar a un inocente" instando a investigar "tales hechos presuntamente delictivos, realizados por los tres magistrados" acusándoles también de "actuar bajo la influencia del presunto corrupto Consejero de Economía y Empleo".
Fue el juzgado de lo penal número 4 de Valladolid el que decidió condenarle y ahora es la Audiencia Provincial la que rechaza sus argumentos de defensa, alegando el acusado entre otras cosas error en la apreciación de las pruebas. Los magistrados explican que tuvo ánimo de calumniar a los jueces que le habían condenado: "Se toma su tiempo para escribir tan larga misiva, consciente de a quién se dirigía, con acusaciones graves (...) y ello evidencia un dolo de calumniar a dichos magistrados, atentando contra la dignidad de su profesión, olvidando que las resoluciones judiciales están sometidas a control a través de los recursos correspondientes que en este caso el acusado agotó plenamente".
Para los jueces, "se ataca en consecuencia, a la dignidad y a la independencia judicial de forma injustificada que no puede tener cabida, protección o amparo alguno ni en la sociedad ni en la legalidad vigente". Además, añaden, "la razonada y razonablemente expuesta conclusión de la juez sobre la valoración de las pruebas, permite descartar los motivos alegados por el recurrente" en su recurso.