La discriminación de las mujeres en el arte

Son pocos los datos que se manejan sobre la presencia de mujeres en el arte. Y los pocos que hay reflejan una enorme brecha entre hombres y mujeres. Uno de los más incontestables es el porcentaje de mujeres en ferias de arte como ARCO. Según la organización Mujeres en las Artes Visuales, MAV, la presencia femenina no supera de media el 25%, en el caso de mujeres artistas españolas apenas el 5%. Es evidente que las mujeres artistas tienen una falta de apoyo inexplicable como asegura la presidenta del Instituto de Arte Contemporáneo, Isabel Durán. Más allá de que el poder en los centros de arte esté en manos de los hombres, Durán habla de un problema mucho más profundo y perverso. «Yo creo que es el mercado que es atroz. El mercado manda el dinero, el dinero no tiene ni patria, ni ideología, ni pudor y el dinero no quiere a las mujeres, eso es evidente. Hay que feminizar el mundo y la organización en la que vivimos y que de una forma natural contemple la vida de mujeres y hombres de la misma manera, si no no vamos a ningún lado». Añade Durán que muchas de las mujeres que llegan a puestos directivos es, en muchos casos, después de dejar a un lado cuestiones que considera irrenunciables en la vida de una mujer como es la maternidad. Según datos del anuario del ministerio de Cultura correspondiente al año 2016 más de la mitad del personal que trabaja en museos y colecciones museográficas son mujeres, un 53,4%, frente al 46,6% de hombres. 6 de cada 10 mujeres trabajan como personal técnico o administrativo. Pero si nos fijamos en el apartado de dirección esos porcentajes se invierten. Los hombres ocupan el 62% de cargos directivos frente al 37% de las mujeres. «Ahora mismo, en las franjas más altas el dominio es masculino. Los grandes poderes económicos y artísticos están ocupados por los hombres» explica desde su experiencia personal como galerista desde hace más de 20 años, Idoia Fernández, presidenta del Consorcio de Galerías de Arte Contemporáneo. «Da la impresión de que esos últimos tres escalones, incluso en un mundo tan femenino como el del Arte Contemporáneo comparado con otros sectores, son muy complicados. Las mujeres hace muchos años que dejaron la universidad y que han iniciado una carrera, yo creo que la educación en este caso está resuelta. Por qué te paras en un nivel y parece difícil alcanzar el siguiente?. Yo creo que ésa es la cuestión y aquí, sobre todo, lo que importa es la concienciación». «Hay que mantener la lucha y el deseo de que la sociedad vuelva la cabeza hacia lo que está pasando, el trabajo hay que reivindicarlo porque es bueno». Habla la artista visual Paloma Navares que, en estos momentos, expone parte de su obra en el museo Thyssen-Bornemisza. Se trata de una selección de piezas que reflexionan sobre la representación de la mujer a lo largo de la historia en obras de los principales museos. «Es inexplicable. Y lo digo sin amargura pero desde la tristeza, porque lo que nos pasa afectará a nuestras hijas. Los cambios son muy lentos». Una reivindicación que comparte la también artista y miembro de la Caja de Pandora, Alicia Martín, cuya obra se puede ver hasta mayo en el museo Lázaro Galdiano de Madrid. «A mí lo que me gusta mucho es la conciencia que está surgiendo. Creo que tenía que pasar tiempo para que esto surja con fuerza. Está claro que hay una desigualdad y lo que hay que hacer es actuar». Esas desigualdades también se pueden ver en las aulas. Según datos de MAV, más de 500 hombres forman parte de la Real Academia de San Fernando y, entre ellos, sólo se cuentan 5 mujeres. En el ámbito de la docencia ocurre lo mismo. El porcentaje de mujeres que estudian Historia del Arte oscila, dependiendo de los casos, entre el 60 y el 80%. Frente a este porcentaje el de mujeres que llegan al cargo de rectoras que apenas alcanza el 2%.