Protestas en Sacramento por la muerte de un afroamericano a manos de la policía
Unas 200 personas recorrieron el centro de la capital californiana para exigir justicia por la muerte de Stephon Clark
Velas encendidas en memoria del fallecido Stephon Clark en Sacramento. / BOB STRONG (Reuters)
Los Angeles
La muerte en Sacramento (California) de un afroamericano desarmado a manos de la policía desencadenó este jueves en la capital californiana manifestaciones que continuaron este viernes y cuyos participantes acusan a las fuerzas de seguridad de racismo y brutalidad.
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Según el diario The Sacramento Bee, unas 200 personas recorrieron este viernes el centro de Sacramento para exigir justicia por la muerte de Stephon Clark, de 22 años, que falleció el pasado domingo por los disparos de la policía cuando se encontraba en el patio de la casa de sus abuelos.
Se trata del segundo día de manifestaciones en Sacramento después de que activistas del movimiento Black Lives Matter cortaran el jueves la autopista I-5 y entorpecieran los accesos al partido de baloncesto de la NBA que enfrentó a Sacramento Kings y Atlanta Hawks.
El encuentro comenzó con unos veinte minutos de retraso y escasa presencia de público en las gradas, mientras que en la cancha el propietario de los Sacramento Kings, Vivek Ranadivé, tomó el micrófono para mostrar su respeto por quienes protestaban pacíficamente ante una "tragedia horrible".
Pensaron que llevaba un arma, pero era un teléfono móvil
Según el relato y los vídeos facilitados esta semana, una persona llamó al 911 el pasado domingo por la noche asegurando que alguien había roto las ventanas de su vehículo y dijo que esa persona todavía estaba merodeando por el barrio.
Cuando los agentes se desplazaron al lugar, un helicóptero les indicó que había localizado a un sospechoso saltando por una valla y entrando a otro patio.
Los agentes de la policía le persiguieron, le gritaron que se detuviera y que levantara los brazos. Apenas unos segundos después, le dispararon en 20 ocasiones.
Los agentes creían que Clark, que era padre de dos niños, llevaba un arma en ese momento, pero en la escena del crimen solo se halló su teléfono móvil.
