La justicia francesa acorrala al expresidente Nicolas Sarkozy
El expresidente francés está acusado en otro sumario de "corrupción" y "tráfico de influencias
París
El expresidente de Francia Nicolas Sarkozy podría ser juzgado por "corrupción" y "tráfico de influencias” en un caso de “escuchas telefónicas” relacionado con la presunta financiación ilegal de su partido en 2007.
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Los jueces de instrucción han firmado este jueves la orden para remitir el caso ante el tribunal correccional de París, según publica el diario Le Monde. Sarkozy es sospechoso de haber propuesto facilitar la promoción en Mónaco del magistrado Gilbert Azibert, a cambio de información sobre el avance de otro procedimiento ( sobre la presunta financiación por parte de la heredera de L'Oréal , Liliane Bettencourt).
Es muy probable que el ex jefe del Estado tenga que comparecer próximamente ante el Tribunal junto a su abogado y amigo, Thierry Herzog y el citado ex juez Azibert.
Los magistrados habían pinchado el teléfono de Sarkozy ante las sospechas de que pudo recibir financiación del régimen libio del derrocado dictador Muamar El Gadafi durante la campaña que en 2007 que le llevó al Elíseo. Justo por estos “graves indicios”, en un sumario aparte, fue imputado el pasado 21 de marzo, tras un largo interrogatorio de la policía, y luego puesto en libertad bajo custodia.
Mediante las escuchas de las conversaciones entre el expresidente y su defensor Herzog los investigadores dedujeron que pretendían obtener, a través del juez Azibert, información secreta de otro sumario que investigaba si Liliane Bettencourt, heredera del imperio cosmético L'Oréal, financió ilegalmente su campaña de 2012 ( en la que perdió frente a François Hollande).
En marzo de 2016, el Tribunal Supremo validó de forma definitiva la casi totalidad de las escuchas al expresidente sobre las que se sustenta ahora su inculpación y abre la vía para el juicio.
Sarkozy y sus cómplices utilizaron teléfonos móviles secretos adquiridos bajo identidad falsa para comunicarse entre ellos . Los instructores de la Fiscalía Nacional Financiera (PNF) comparan esas prácticas con las que utilizan “los delincuentes avezados.”
Sarkozy tiene pendiente además otro proceso, el llamado "caso Bygmalion”, también por presunta financiación irregular de la campana de 2012. Biygmalion es el nombre de una empresa que emitía facturas falsas para ocultar gastos electorales y sortear así los límites legales. Según la acusación, casi duplicó los gastos autorizados ( al menos 42,8 millones de euros frente a los 22,5 millones permitidos).