La Policía fue avisada a las 13.27 (hora local) por una «colisión» en una importante intersección del norte de Toronto. Una furgoneta penetró en la concurrida acera y atropelló a varios peatones en una de las calles más transitadas de Toronto. El atropello, que la policía ha calificado de intencionado, ha dejado 10 muertos y una quincena de heridos. Tras el atropello el conductor se dio a la fuga hasta ser detenido. A pesar de que el sospechoso aseguró tener un arma en su poder e instó al policía a matarle. «Estaba claro que el sospechosos quería ser ejecutado. Estaba buscando que un policía le disparara», ha indicado Gary Clement, un antiguo superintendente de la Policía Montada de Canadá con 34 años de experiencia a sus espaldas. La policía ha identificado al autor de los atropellos. Se trata de Alex Minassian, un joven canadiense de 25 años. No estaba fichado. La Policía canadiense ha confirmado que aún se desconoce el motivo del ataque y ha afirmado que no tenía «nada en sus archivos» sobre el sospechoso. Además ha asegurado que Minassian no está involucrado en ningún grupo terrorista y que no presenta una amenaza mayor para la seguridad nacional. Otras fuentes señalaron que el detenido tiene un historial de enfermedades mentales, aunque esa información tampoco ha sido confirmada oficialmente por las autoridades. Lo que se sabe de Minassian es que tiene 25 años de edad y en sus perfiles en las redes sociales Linkedin y Facebook señala que es un estudiante que vive en Richmond Hill, una pequeña localidad pegada a Toronto. El incidente coincide con la celebración en Toronto de la cumbre de ministros de Asuntos Exteriores del G7 (Alemania, Canadá, EE UU, Francia, el Reino Unido, Italia y Japón) que está tratando, entre otros temas, sobre el combate al terrorismo y contra el extremismo yihadista. El ministro de Seguridad Pública de Canadá, Ralph Goodale, que calificó el incidente como un «ataque horroroso» -lo que provocó conjeturas de que el atropello fuese un acto terrorista- también señaló en una rueda de prensa que el detenido «no tiene una conexión particular con la seguridad nacional». A pesar de que las autoridades canadienses no han encontrado vínculos con organizaciones terroristas, la Policía de Toronto anunció que ha aumentado las medidas de seguridad en torno al estadio de hockey sobre hielo Air Canada Centre donde esta noche se disputa un partido de la liga profesional.