Agramunt y Xuclà desoyen al Consejo de Europa y no dejan sus actas
El PP no tomará una decisión hasta que el senador pueda dar su versión de los hechos y termine el proceso
El PDCAT cierra completamente filas con su diputado. Xuclà se declara "muy tranquilo" y señala que las acusaciones contra él son de “dimensiones astronómicamente distintas” a las que pesan sobre Agramunt
Madrid
El resultado de la votación en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa fue contundente: 123 votos a favor y 9 en contra de que cinco de sus miembros devuelvan el acta por haber violado el código de conducta en sus trabajos sobre Azerbayán.
De esos cinco parlamentarios, dos son españoles: Pedro Agramunt, senador del PP, y Jordi Xuclà, diputado del PDCAT. De momento, ellos y sus partidos van a desoír la petición del Consejo de Europa, ya que la resolución "no tiene consecuencias jurídicas", tal y como recuerdan desde el PP.
El secretario ejecutivo de Relaciones Internacionales del PP, José Ramón García Hernández, explica en un comunicado que “las sanciones que puede adoptar el Comité de Reglas (del Consejo de Europa) son de orden interno, pero no puede cesar de sus funciones a ningún parlamentario”. Esa responsabilidad corresponde, efectivamente, a los grupos parlamentarios españoles, que son los que nombran a los representantes de nuestro país en el Consejo de Europa. Los partidos se reparten los puestos de manera proporcional en función de los votos que obtienen en las elecciones generales.
El procedimiento del propio Consejo de Europa dicta que los afectados puedan dar su versión de los hechos ante el Comité de Reglas, algo que todavía no ha ocurrido. Tanto Agramunt como Xuclà, tienen cita para mayo.
El PP explica a la Cadena SER que no tomará una decisión sobre el acta de Agramunt hasta que él pueda ofrecer sus explicaciones y termine todo el proceso. El senador, en una polémica entrevista en el programa Hoy por Hoy, dirigido por Pepa Bueno, señaló que el informe que le acusa de recibir dinero o servicios de prostitutas a cambio de suavizar sus opiniones sobre Azerbayán está realizado “con un montón de acusaciones, de comentarios y de rumores hechos de forma anónima sin ninguna prueba ni evidencia”. Sobre los supuestos sobornos en forma de servicios prostitutas, señaló: “Yo tengo una edad. Ojalá yo pudiera hacer esas cosas. Pero ya no estamos para esos trotes”. Matizó después que ese “ojalá” se refería a "la capacidad" sexual, no a relacionarse con prostitutas.
Xuclà, respaldado por su partido
Las acusaciones que pesan sobre Xuclà son muchísimo más leves. La investigación apunta que se saltó el código de conducta por compartir el borrador de uno de sus informes con una asistente para que le ayudara con la traducción al inglés. Eso contravendría el artículo 13 del código de conducta que señala que no se puede compartir información con terceras personas.
“Estoy muy tranquilo y me voy a defender”, señala Xuclà en conversación con la SER, que sospecha que el interés por castigarle viene de representantes de países como Ucrania. “He hecho mucho y también he molestado a algunos por haber denunciado malas prácticas y casos de corrupción”. También subraya que las acusaciones contra él son de “dimensiones astronómicamente distintas” a las que pesan sobre Agramunt.
El PDCAT cierra completamente filas con su diputado, convencido de que no cometió ninguna irregularidad punible. Xuclá está seguro de que en cuanto pueda dar su versión de los hechos ante el Comité de Reglas, todas las acusaciones quedarán disipadas. Eso ocurrió este jueves, recuerda, con otro de los 5 señalados por el Consejo de Europa el socialista austriaco Stefan Schennach. Tras ser escuchado en el Comité la acusación sobre él pasó a ser considerada una “violación menor” del código de conducta. En el PDCAT están convencidos de que eso mismo ocurrirá con su diputado.