Condenados por prostituir a dos mujeres en Bilbao bajo la amenaza del rito vudú
La Audiencia Nacional ha condenado a cinco años de cárcel a dos proxenetas por prostituir a dos mujeres nigerianas en Bilbao: fueron traídas a España atravesando territorios controlados por Boko Haram y atravesando el Mediterráneo en una barca
Madrid
La Audiencia Nacional ha condenado en conformidad a cinco años de cárcel a dos proxenetas por obligar a prostituirse en Bilbao a dos mujeres nigerianas bajo la amenaza del rito vudú, siendo agredidas sexualmente y amenazadas y obligadas a trabajar más de diez horas diarias. Una de las víctimas relató cómo fueron traídas desde Nigeria hasta España pasando por Libia e Italia atravesando territorios controlados por Boko Haram y conociendo por el camino a “otras cien mujeres en las mismas condiciones” de explotación sexual.
Fue una de las dos víctimas quien decidió acudir a una comisaría de la Ertzaintza para denunciar los hechos y relatar una odisea que había empezado con una falsa oferta de trabajo y había terminado con un cautiverio, agresiones sexuales y mendicidad. La organización, según declara probado la sentencia, se puso en contacto con ellas en Nigeria para ofrecerles trabajo en España en el sector de la limpieza y la hostelería. Fueron llevadas a Benin City para realizar un ritual con un chamán: les extrajo “pelos del cuero cabelludo y sangre de las yemas de los dedos”, introduciéndolos en frascos e informando a ambas víctimas de que tenían una deuda de 30.000 euros que saldar y que si dejaban de pagar “los frascos se romperían, lo cual provocaría su fallecimiento”.
Empezó entonces un viaje de tres meses que arrancó en Nigeria y en el que cruzaron el Mediterráneo hasta llegar a costas italianas hacinadas en botes neumáticos junto con varios centenares de personas. Por el camino, estuvieron con “aproximadamente otras cien mujeres en las mismas condiciones” y cruzaron “zonas geográficas controladas por el grupo terrorista islámico Boko Haram, sufriendo penalidades durante la travesía del desierto”, dicen los jueces.
Sicilia, Nápoles, Roma, Bilbao y Alemania
Una vez en Italia, pasaron por varios centros de inmigrantes en Sicilia y Nápoles, saliendo poco después con destino París haciendo parada en Roma y finalmente Bilbao. Fue otro de los condenados, miembro de la organización y de origen nigeriano, quien se puso en contacto con ellas por Facebook: “No tienes que decir eso, ¿vale?”, contestó cuando ella les pidió que “no molesten a mi madre, que me moleste a mí, por favor, que ella tiene la tensión alta”.
Una vez en Bilbao fueron obligadas a prostituirse “valiéndose de su situación de necesidad” y para saldar la supuesta deuda de 30.000 euros contraída para pagar el viaje, siendo prostituidas más de diez horas diarias, víctimas de agresiones sexuales, amenazas de muerte a ellas y sus familias y siempre bajo la intimidación del rito de vudú. Todas sus ganancias iban a parar a las arcas de la organización, “dejándolas sin dinero para cubrir sus necesidades más básicas, exceptuando pequeñas cantidades que obtenía pidiendo en la calle”. Los mensajes intervenidos durante la investigación revelan este control: “Sospechamos que una de las chicas trabaja y luego se guarda el dinero”, se decían entre ellos.
Trata con fines de explotación sexual
La denuncia de la mujer precipitó que uno de los miembros de la organización huyese a Alemania con una de las víctimas, siendo interceptados poco después en un tren que iba desde Stuttgart hasta Freiburg. Uno de los acusados fue entregado por Alemania en septiembre de 2016 y ambos están presos en Madrid, uno en el centro penitenciario de Valdemoro y el otro en Soto del Real.
La Audiencia Nacional ha condenado a ambos a cinco años de cárcel por un delito de trata de seres humanos con fines de explotación sexual y a indemnizar con 70.000 euros a cada una de las dos víctimas, aplicando la circunstancia atenuante de confesión tardía. La sentencia fue dictada en conformidad por lo que ya es firme.