Nucleares flotantes: ¿solución o problema?
La primera de estas plantas ha sido construida por Rusia y ya está cargando combustible atómico en un puerto del océano ártico, con el objetivo de suministrar electricidad a las 50.000 personas que viven en una remota ciudad.
Madrid
La planta se llama "Académico Lomonosov", pero Greenpeace la ha rebautizado como el "Titanic nuclear", porque considera que es muy insegura. De hecho, “este tipo de instalaciones no están reguladas por ningún organismo internacional”, como ha advertido a la Cadena SER, el ingeniero nuclear Francisco Castejón, miembro del Consejo Asesor del Consejo de Seguridad Nuclear.
Según las autoridades rusas, la primera central nuclear flotante sustituirá a dos viejas plantas (una de carbón y otra nuclear convencional) que están situadas cerca de la ciudad de Chukotka.
Peligro
La compañía rusa Rosatom ha construido esta central nuclear móvil con el fin de poder abastecer de energía a poblaciones remotas del Ártico, porque éstas pueden funcionar, sin necesidad de repostar, hasta 5 años.
Sin embargo, Greenpeace ha enviado una carta al director de Rosatom, en la que advierten que “los reactores nucleares que flotan alrededor del Océano Ártico plantearán una amenaza sorprendentemente obvia para un entorno frágil y que ya está bajo una enorme presión del cambio climático".
Además, este grupo ecologista internacional pide un informe internacional sobre su impacto ambiental antes de que este tipo de reactores nucleares se carguen con combustible y comiencen a funcionar.
Javier Gregori
Periodista especializado en ciencia y medio ambiente. Desde 1989 trabaja en los Servicios Informativos...