Sociedad

"Marsella está bien pero en Valencia estábamos mejor"

Fadoul, un veinteañero de Chad, lleva menos de una semana en Francia junto a otros 77 refugiados del Aquarius trasladados por el gobierno galo

Huérfano y perseguido por el gobierno de su país, donde estuvo en prisión más de 6 meses, espera poder traer a Europa a sus hermanos

Un mes después de la llegada de los 630 supervivientes del Aquarius quedan 52 solicitantes de asilo por derivar a ONG de toda España

Fadoul Ahahat, en el centro de Marsella / CADENA SER

Madrid

“Primero murió mi padre, después de mi madre, así que cuando nos quedamos huérfanos tuve que interrumpir mis estudios de bachillerato y ponerme a trabajar para dar de comer a mis dos hermanos pequeños. Me interesé por la política y el gobierno de mi país me metió en la cárcel más de 6 meses sin orden de detención ni nada, acusado de opositor. Por eso decidí huir y poner rumbo a Europa” así explica Fadoul Ahahat, de 20 años y natural de Chad, las razones por las que acabó siendo rescatado hace unas semanas en aguas del Mediterráneo por el buque Aquarius.

Desde Djamena salió hacia Libia donde también lo acusaron “de opositor al gobierno chadiano” y tras “muchas barbaridades” sufridas en Trípoli acabó subiéndose a la patera en un viaje que pensaba que concluiría en Italia pero que debido al episodio inédito del Aquarius, y a la negativa de Salvini de aceptar el barco de rescate de las ONG Médicos Sin Fronteras y SOS Mediterránee, acabó llegando el 17 de junio al puerto de Valencia.

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Es una de las 630 historias del Aquarius, y uno de los 78 que desde el pasado jueves viven en Francia, él concretamente en Marsella desde donde explica a la SER, vía telefónica, sus primeras sensaciones tras 5 días en territorio galo. ”Marsella está bien, hay muchos más inmigrantes que en Valencia pero el centro en el que estamos aquí no es tan bueno como el que estábamos en España. Aquí los baños están sucios y no los tenemos en las habitaciones como en Valencia, allí sí que nos trataron bien, dale las gracias a los voluntarios de Cruz Roja en España” pide Ahahat.

Tras la decisión sin precedentes del gobierno español de ofrecer un puerto seguro al Aquarius por el portazo de los gobiernos de Italia y Malta, que se negaron al desembarco de aquellos 630 supervivientes, fue el presidente de Francia el que ofreció a su homólogo Pedro Sánchez hacerse cargo de un grupo de los refugiados del Aquarius.

El mismo día de la llegada del barco humanitario y de los dos italianos al puerto de Valencia la policía española llegó a asegurar que la mitad de los náufragos habían pedido irse a Francia. Sin embargo, fuentes de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) aseguraron a la SER que fueron 230 los que platearon su voluntad de irse al país vecino, que 130 fueron entrevistados por la policía francesa desplazada a francesa porque eran los que cumplían los requisitos planteados por el gobierno galo, y que finalmente aceptaron 80, de los que 78 partieron el jueves de la semana pasada desde Valencia a París en un vuelo chárter.

“Quiero trabajar y enviar dinero a mis hermanos pequeños, desde que mis padres murieron me ocupo de ellos. Espero conseguir conseguir el asilo y la nacionalidad francesa y traer a mis hermanos a Marsella”, a donde llegó hace solo unos días.

Agradecido con los tripulantes del Aquarius por salvarle la vida y con la hospitalidad de la Cruz Roja en España, este huérfano que tuvo que dejar el bachillerato para ocuparse de sus hermanos espera que Francia se convierta en la tierra en la que comenzar una vida segura y próspera. Insiste en que quiere que lo sea también para sus hermanos, a los que prefiere traer en avión, nunca por el Mediterráneo que estuvo a punto de costarle la vida de no ser porque en su camino se cruzó el Aquarius.

 
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