Las autoridades investigan la intencionalidad de los incendios de Atenas
Por ahora se desconocen las causas de estos incendios, un total de 47 en las últimas 24 horas en toda Grecia, pero se sospecha que los de la región capitalina de Atica podrían haber sido intencionados
Atenas
La cifra de fallecidos por los incendios provocados que han devastado una franja de la costa al noreste de Atenas supera los 60, según informaciones del alcalde de Rafina, una ciudad portuaria en el epicentro de la catástrofe, Evánguelos Burnús, en declaraciones a la televisión privada Skai.
El primer ministro, Alexis Tsipras, quien ha catalogado estos hechos como una "tragedia indescriptible", ha declarado tres días de luto y ha prometido que "nadie se quedará sin ayuda y nada sin respuesta".
Por su parte, la fiscalía ha iniciado ya las primeras investigaciones para determinar las causas del incendio iniciado en al menos 15 focos. Según sospechan miembros del Gobierno, podrían ser intencionados o al menos provocados por conductas negligentes.
Por ahora, la cifra ofrecida por el Gobierno es de 50 muertos y 172 heridos, once de ellos en estado crítico, pero los servicios de bomberos ya han avisado de que hay edificios a los que no han podido acceder todavía. La mayoría de las víctimas mortales contadas hasta el momento perecieron en sus casas o en sus vehículos que se convirtieron en el pasto de las llamas ante la rápida propagación de las llamas.
Uno de los momentos mas dramáticos de la jornada fue el hallazgo de un grupo de 24 personas, entre ellas varios niños, calcinados y abrazados unos a otros en un descampado situado entre dos complejos de viviendas en la pequeña localidad de Mati.
Especialmente trágica es la circunstancia de que el terreno se encontraba a tan solo 30 metros del mar, al que evidentemente no lograron llegar ante el avance rápido de las llamas.
Muchas personas lograron salvarse metiéndose con botes en el mar. Cerca de 700 personas fueron rescatadas por la guardia costera en las playas cercanas al puerto de Rafina. Otras, en cambio, perecieron ahogadas en el mar mientras intentaban huir del fuego, con vientos que en ese momento llevaron las llamas hacia la costa.