Campeonas morales

Vannes

Vivir una experiencia como la Final del Campeonato del Mundo de Selecciones Sub-20 ha sido un soplo de aire fresco. El deporte femenino está menos contaminado que el masculino. El trato con los medios ha sido excepcional y las chavalas han demostrado su categoría tanto dentro como fuera del campo.

España fue superior en cuanto a dominio ante Japón pero perdonó demasiado en la primera parte y lo acabó pagando. Un zambombazo de Miyazawa en el minuto 38 enfrió los ánimos a todos. Tener el balón, llevar la iniciativa en el juego y acabar encajando de esa manera fue muy duro. Y más ante las niponas, a las que ya se había superado en la primera fase de este campeonato.

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Takarada y Nagano aumentaron la renta en la segunda parte pero el equipo español tuvo arrestos para no perderle la cara al partido y recortar diferencias gracias a un tanto de Candela Andújar. Quedaban más de 15 minutos y uno más podía devolver las esperanzas a la Rojita. Pero Japón supo dormir el choque y se llevó el oro para su país.

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Mención especial para una jugadora fuera de serie: Patri Guijarro fue nombrada mejor futbolista del campeonato. Además, se llevó el premio de máxima goleadora. Estaba empatada con una inglesa a seis tantos pero la balear dio más asistencias que su rival durante estas semanas. Es una deportista descomunal, lo tiene todo para triunfar. También mucha humildad. Ayer por la noche no estaba feliz con esos galardones individuales. Lo que realmente le habría gustado habría sido levantar el trofeo de campeonas del mundo. Lo importante es el equipo siempre y no las glorias personales.

Pedro Sánchez, en el palco

Fue una final plagada de VIPS porque la ocasión lo merecía. Estuvo en el palco el presidente del Gobierno Español, Pedro Sánchez. También la Secretaria de Estado para el Deporte, María José Rienda y, por último, el máximo mandatario de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales.

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Le hice saber en la cena del hotel de mi amistad con Jorge Azkoitia. Los dos coincidieron en la AFE. Espero que ahora que son patronal no se olviden de su etapa como sindicalistas. Hay muchos ejemplos de dirigentes que perdieron el Norte cuando vivieron esa transición. Los más reivindicativos cuando defendían a sus compañeros luego se acababan convirtiéndose en los jefes más intransigentes.