Raül Romeva: "No puedes plantear una negociación con rehenes políticos"
Raül Romeva, exeurodiputado y exconseller de Asuntos Exteriores responde a Pedro Sánchez que "no existen las condiciones para la negociación". La SER ha entrevistado a Romeva en la cárcel de Lledoners
Raül Romeva, llegando al Supremo el 23 de marzo de 2018. Ahora está prisión preventiva en la cárcel de Lledoners (Barcelona). / GABRIEL BOUYS/AFP/Getty Images
Barcelona
"No puedes plantear una negociación con rehenes políticos". Es una cita textual de Raül Romeva, quien apunta que no es que los presos rechacen esta negociación, sino que creen que es prácticamente imposible lograr acuerdos mientras ellos sigan en prisión. De hecho, ante la pregunta de qué le parece la propuesta del presidente Pedro Sánchez de votar en reférendum un nuevo Estatut, el exconseller responde con un movimiento de cejas que denota una cierta incredulidad. Según matiza, no es por la oferta en sí ("Sánchez puede hacer lo que quiera"), sino por la falta de concreción y porque "falta una mesa" para que se produzca esta negociación. "No podemos plantearlo en términos de normalidad", apunta varias veces durante la entrevista, del mismo modo que insiste en que "las condiciones de la negociación marcan la credibilidad de las propuestas" y que, por tanto, "es muy difícil" lograr un acuerdo actualmente. Esto, a pesar de asumir de que la solución al conflicto catalán necesariamente tendrá que ser acordada.
Romeva afirma que existe unidad absoluta entre todos los presos y anuncia que no negociarán una rebaja de las penas porque supondría asumir su culpabilidad en un juicio que define como una "pantomima" y una "farsa política". Los dirigentes independentistas niegan que cometieran delito alguno y alegan que la convocatoria de un referéndum no está penado en la justicia española y que la declaración unilateral de independencia sólo fue "una declaración de intenciones" que "todo el mundo vio que no llegó a implementarse". Además, destacan que el exministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, negó que el 1 de octubre hubiera habido malversación.
Los encarcelados mantienen esta posición y, aunque saben que pueden pasar muchos años entre rejas, advierten que no se prestarán a ser "moneda de cambio de las expectativas de dos millones de ciudadanos".
En esa línea, y como preludio de un otoño difícil y lleno de movilizaciones, el exconseller apunta que, mientras haya dirigentes en la cárcel y "en el exilio", la situación "no puede ser normal".
Unidad independentista
Aunque existen distintas estrategias en el sí del independentismo, Romeva las minimiza con el argumento de que el escenario es "complejo y excepcional" y asegura que en lo fundamental todos los partidos están de acuerdo. Por ejemplo, defiende que todos los dirigentes creen que la solución óptima pasa por un referéndum de autodeterminación y que la independencia solo puede lograrse por vías pacíficas. También, según el exconseller, hay un amplio consenso en pedir la absolución de los presos y en la reivindicación de que la negociación política es la solución óptima.
De hecho, quita hierro a la negativa de Esquerra a presentarse a las próximas elecciones en una lista única de la mano de Puigdemont, y recuerda que Junts pel Sí y la CUP también fueron en candidaturas separadas "y no pasó nada". "Se equivocan quienes quieran poner el acento en esto", apunta.
40 minutos de entrevista, sin micrófono y a través de un cristal
Es el resumen de 40 minutos de entrevista, sin micrófono y a través de un cristal en el locutorio número 29 del Centro Penitenciario de Lledoners (Barcelona) donde Raül Romeva, exeurodiputado y exconseller de Asuntos Exteriores se encuentra en prisión preventiva, junto con Oriol Junqueras, Jordi Turull, Josep Rull, Jordi Sànchez, y Jordi Cuixart.
El viernes recibió la visita de 13 diputados europeos que ya intentaron visitarlo cuando estaba en Estremera, pero que han tenido que esperar al traslado a Catalunya para obtener la autorización de entrada en el centro. “No es ningún privilegio. Es un derecho que recoge la ley. Yo mismo había visitado varías cárceles siendo diputado europeo”, recuerda. Pero el reloj aprieta y no hay tiempo para hablar de recuerdos. Trascurridos los 40 minutos de entrevista el altavoz se apaga y Romeva se queda sólo señalando el teléfono que ha usado para comunicarse durante esta charla. Señala al aparato y en sus labios se puede leer "este es el problema, este es el problema".
