¿Por qué 'Operación triunfo' no debe renovar (todavía) por una nueva temporada?
'OT 2018' pone fin este miércoles a una edición marcada por la herencia de 'OT 2017'
Madrid
Termina una nueva edición de 'Operación triunfo' y lo hace dejando un repentino alivio, porque llega a su fin; de hartazgo, por la sombra de la polémica que ha acechado al programa estos últimos meses; y la sensación de paz y consuelo que seguramente les quedará a los concursantes y a los responsables más inmediatos del formato una vez chapen la Academia.
Más información
El talent musical de 'OT 2018' desaparece de la parrilla de La 1, a falta de emitirse su especial navideño, pero lo hace, eso sí, sin la certeza de si volverá o no el próximo año con la que sería su undécima edición.
Pero, ¿por qué no se ha producido aún esa renovación? Por los datos, desde luego, no tendría por qué ser. De hecho, en lo que interesa a las altas esferas, 'Operación triunfo 2018' ha sido un éxito: más visualizaciones en Youtube, más interacción en redes sociales, más aglomeración de gente en la firma de discos y una media de audiencia (16,1% y 1.936.000) menor que la edición anterior, pero que está muy por encima al dato que maneja la cadena pública. En definitiva, garantías más que suficientes para que TVE encargue a Gestmusic una edición más de 'OT'. A esto hay que sumarle, además, que el recinto donde está ubicada tanto la Academia como el plató está alquilado un año más.
Sin embargo, 'Operación triunfo' necesita un respiro, reposar y que todo vuelva a su lugar natural. Lo está pidiendo a gritos y su audiencia también, pues está a punto de comenzar a mostrar síntomas de empacho y necesita hacer una larga digestión de lo que ha sido el gran regreso del espacio.
Porque las cosas como son: 'OT 2017' ha estado muy presente en 'OT 2018'. Los incondicionales seguidores del programa estaban todavía demasiado implicados con los antiguos alumnos de la Academia (todavía lo están) cuando arrancó la temporada y era imposible que conectaran de una manera igual de limpia e 'inocente' con la nueva generación de cantantes que debutó en la pequeña pantalla el pasado 19 de septiembre.
De hecho, algo parecido le ha ocurrido a esta nueva hornada de concursantes. 16 jóvenes talentos que han demostrado con creces su valía, que en ocasiones nos han brindado incluso mejores números que en la edición anterior y que, sin embargo, han pecado de 'no conectar con el público'. O, al menos, así se lo ha hecho ver el propio jurado del programa. ¿El motivo? Ellos mismos aún están asimilando el éxito de la edición anterior y es inevitable que, de algún modo u otro, les condicione y 'encorsete' en su manera de enfrentarse a su paso por la Academia.
La historia está condenada a repetirse
Precisamente, este hecho ha sido muy comentado por los fans más 'veteranos' del programa, que aún recuerdan bien sus primeras ediciones en TVE. Muchos han sido los que han visto un paralelismo entre los concursantes y lo ocurrido en 'OT 1' y 'OT 2017', y 'OT 2' y 'OT 2018'. Sin duda, algo que TVE debería tener en cuenta si no quiere que el siguiente paralelismo sea entre 'OT 2019' y el defenestrado 'OT 3'.
Además, no hay que olvidarse de algo clave en la esencia del programa: es un talent musical, que nace con el objetivo de formar a futuras estrellas de la música. No obstante, la industria discográfica no está preparada para asimilar 16 nuevos ídolos adolescentes cada año, de una sola tajada, y al mismo tiempo intentar mantener una vinculación con los 16 de la edición anterior. No lo estuvo en los comienzos del formato, cuando el disco aún gozaba de una salud de hierro, ni lo está en la actualidad, marcada por las posibilidades que ofrecen las plataformas digitales… y también por sus retos.
'OT' no es lo mismo en TVE que en Telecinco
Entre toda esta serie de miradas al pasado y comparaciones, ¿dónde quedan las 5 ediciones de Telecinco? El caso de la cadena de Mediaset merece mención aparte por varios motivos. El principal, que no hay que olvidar que Telecinco es Telecinco, y no hay talent o concurso con convivencia en el que la cadena no ponga toda su maquinaria a su servicio para explotarlo al máximo, ya sea a nivel reality como su faceta musical.
Así, además de mostrar la evolución de jóvenes talentos, también sacaba provecho de su faceta de personajes, por lo que televisivamente hablando su supervivencia fue más fácil. Podían o no triunfar posteriormente como cantantes, pero en el camino la cadena había conseguido alimentar su parrilla durante tres meses gracias a sus contenidos. En el caso de TVE, con tanto foco en las carreras musicales, y dejando ahora la faceta 'reality' y 'convivencia' para el Canal 24 horas y las redes sociales, esta dinámica haría que una tercera edición tan seguida se diese de bruces con la realidad de la industria discográfica española… y televisiva.