El rey exige "respeto a la Constitución" para garantizar la convivencia en España
Felipe VI, en su quinto discurso de Navidad, ha dedicado una especial mención a la violencia machista y a los jóvenes en el año del 40 aniversario de la Carta Magna española
Madrid
La convivencia y los valores de la Constitución en el año del 40 aniversario de la Carta Magna han marcado buena parte del tradicional mensaje de Navidad del rey Felipe VI, que ha dedicado una especial mención a los jóvenes y a la violencia contra las mujeres en un discurso en el que, al contrario de lo sucedido el año pasado, no ha habido alusión explícita a Cataluña.
Felipe VI ha comenzado su discurso acordándose de las personas que viven "una situación difícil por razones personales, económicas o sociales; o porque estáis lejos de vuestro hogar". Sin embargo, la violencia machista ha sido el primer tema en el que el monarca, que pronuncia este año su quinto mensaje navideño al país, se ha detenido para denunciar un tema "de tan triste actualidad y que merece siempre nuestra repulsa y condena más enérgica para erradicarla de nuestra vida".
La convivencia, elemento "muy importante" para Felipe VI, se ha convertido en la temática principal del mensaje navideño. "Quiero hablaros de nuestra convivencia, de los principios en los que se inspira", afirmaba el monarca, que ha pronunciado la palabra "convivencia" hasta en siete ocasiones a lo largo de su alocución anual.
Con motivo del 40 aniversario de la Constitución Española, el rey ha hecho una explícita referencia a los valores de la misma: "La reconciliación y la concordia; el diálogo y el entendimiento; la integración y la solidaridad". En este punto, Felipe VI ha apelado a la "voluntad de entenderse y la de los líderes políticos, económicos y sociales de llegar a acuerdos, a pesar de estar muy distanciados por sus ideas y sentimientos", ya que a todos "les unía el objetivo de la democracia y la libertad de España".
Tras explicar los valores fundacionales de la Constitución, el rey ha apelado directamente a los jóvenes, "inmersos en una sociedad tecnológica de cambios continuos y acelerados", pero que tienen "problemas serios". Felipe VI ha hecho hincapié en la necesidad de ayudar a la juventud a "construir un proyecto de vida personal y profesional, con un trabajo y salario dignos y un lugar adecuado en el que vivir" para "conseguir un país mejor, más creativo, más dinámico y siempre en vanguardia; una España más cohesionada socialmente y más comprometida con la igualdad real entre hombres y mujeres".
La convivencia, "el mayor patrimonio"
Con respecto a la convivencia, que tan presente ha estado durante el mensaje, Felipe VI ha destacado que "es imprescindible" que esté en todo momento asegurada. "Una convivencia que se basa en la consideración y en el respeto a las personas, a las ideas y a los derechos de los demás (...), que es incompatible con el rencor y el resentimiento (...) y que no puede nunca nacer de la división, ni mucho menos del enfrentamiento, sino del acuerdo y la unión", relataba el monarca, que remarcaba la necesidad del "respeto a la Constitución".
El rey ha finalizado su discurso compartiendo una "reflexión" sobre la convivencia, a la que se ha referido como "el mayor patrimonio que tenemos los españoles, la obra más valiosa de nuestra democracia y el mejor legado que podemos confiar a las generaciones más jóvenes". Además, ha apelado a la consciencia de la "nueva realidad del siglo XXI" y a la necesidad de "alcanzar consensos cívicos y sociales" que "aseguren la modernización de España".
"Con esa esperanza y confianza en el futuro, sigamos adelante. Con coraje y sin descanso. Porque todos podemos hacer mucho por el bien común y superarnos cada día; y sumando todas nuestras fuerzas en el deseo de una España siempre mejor, porque los españoles lo merecemos", ha zanjado un Felipe VI, que se ha despedido en euskera, catalán, gallego y castellano, deseando un feliz año 2019.
Sus anteriores discursos
Hace un año, Felipe VI instaba a las formaciones políticas a encontrar un camino que no volviese a enfrentar a la sociedad catalana tras las elecciones autonómicas. Cataluña fue parte fundamental del discurso pero no lo monopolizó, dando un fuerte protagonismo también a la corrupción y la violencia de género. En 2016, el gobierno en minoría de Mariano Rajoy y de nuevo Cataluña marcaban un discurso en el que llamó a superar "divisiones" y apostó por una "España de brazos abiertos" y "manos tendidas" para conseguir una "convivencia democrática" basada en el respeto a la ley. En 2015, apeló al "diálogo, la concertación y el compromiso" tras las elecciones generales y recordó, respecto al desafío soberanista, que "la ruptura de la Ley" solo ha llevado en "nuestra historia a la decadencia, el empobrecimiento y al aislamiento". Un año antes, en el que era su primer discurso navideño, Felipe VI se mostró contundente contra la corrupción para cortarla "de raíz y sin contemplaciones".