Gobierno de Andalucía: comisión técnica, menos consejerías y reparto "equilibrado" de los sillones
Las negociaciones formales comenzarán la semana que viene
"No se le va a ofrecer nada a Vox" comentan los populares
Casado sueña con barrer a la izquierda, teñir, de nuevo, todo el mapa de azul y llevar el modelo hasta la Moncloa
Madrid
Toca formar Gobierno en Andalucia. En el PP dicen que, para ello, las “conversaciones son inminentes” aunque dejarán las “negociaciones formales” para la semana que viene. Quieren crear “una comisión técnica” y que esta se ocupe de diseñar la estructura. Lo previsto es que después de Reyes se conozca el nuevo organigrama.
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Del que ya se sabe que Juan Manuel Moreno será presidente y Juan Marín, vicepresidente. También, que PP y Ciudadanos pretenden reducir el número de Consejerías. Además, los populares hablan de un reparto “equilibrado” de sillones. “La mitad para cada uno”, comentan. Aseguran que cualquier paso que den será con el visto bueno de la formación de Albert Rivera porque el PP es “leal” al pacto suscrito.
Por eso no van a ofrecer nada a Vox. Desde el partido de Santiago Abascal comentaron ayer que se les había propuesto entrar en el Ejecutivo y que lo habían rechazado. “Nosotros no queremos estar atados ni participar en ese cambalache”, explicaron.
El PP salió a desmentirlo tajantemente. En sus filas mantienen que nunca se ha contemplado. “Una cosa es preguntar por sus intenciones, para tenerlo todo bien claro y dar el tema por cerrado. Y otra, bien distinta, es ponerles sobre la mesa una serie de cargos. Eso no ha hecho”, sostienen.
Mientras en Génova cruzan los dedos para que esta nueva alianza funcione. Saben que, a partir de ahora, se les va a examinar con lupa. Pero Pablo Casado ya sueña con barrer a la izquierda y teñir, de nuevo, todo el mapa de azul. Ayer reconoció que este era “el preámbulo de nuevas mayorías constitucionalistas”.
La dirección nacional popular piensa en exportar el bloque de derechas al resto de territorios. Le gustaría llevar el modelo, incluso, hasta la Moncloa. Por eso, el PP defiende “su interlocución continua” con Vox. No creen que sea “el enemigo”. Más bien “un aliado” para alcanzar sus intereses. Reconocen que su aparición les ha venido bien porque antes temían el sorpasso de Ciudadanos y ahora la situación ha cambiado.