Pasan a disposición judicial los dos detenidos por la agresión homófoba en el metro de Barcelona
Uno de ellos es menor de edad y el otro tiene 18 años
Barcelona
Los dos jóvenes detenidos el pasado en el metro de Barcelona -uno menor de edad y otro de 18 años-, tras propinar una paliza a otro joven mientras le llamaban 'maricón' han sido puestos a disposición judicial.
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Según han informado a Efe fuentes de los Mossos d'Esquadra, el menor fue puesto el mismo sábado a disposición del fiscal de Menores, mientras que el mayor de edad ha pasado hoy a disposición del juzgado de guardia de detenidos, sin que de momento haya trascendido la situación en que ha quedado el acusado.
La agresión fue perpetrada en la estación de Urquinaona, donde se bajó la víctima tras ser acosada por cuatro jóvenes en el interior del vagón.
Los vigilantes de seguridad del metro fueron los que detuvieron a tres de los presuntos agresores, aunque los Mossos d'Esquadra decidieron detener sólo a dos de ellos porque fueron los autores de la paliza, mientras que identificó a los otros dos componentes del grupo y ha trasladado sus identidades al juez para que los cite, bien como testigos o como imputados por un delito de odio y denegación de auxilio.
Los agentes de la policía autonómica también han visionado las imágenes de las cámaras de seguridad del metro que habrían captado la agresión y han podido comprobar quienes son los autores de los golpes que recibió la víctima, que hoy ha recibido un aluvión de mensajes de apoyo y solidaridad por las redes sociales.
Según el relato de la víctima, que ha viralizado su imagen con un ojo completamente ensangrentado por los golpes que recibió, los hechos ocurrieron a las seis de la mañana, cuando se dirigía a trabajar, y un grupo de 'cuatro niños' empezaron a insultarle dentro del vagón del metro.
A pesar de que el joven se cambió de asiento, los chicos continuaron amenazándole, y le siguieron cuando se bajó del metro en la estación de Urquinaona, donde dos de ellos le empujaron, le tiraron al suelo y le patearon hasta que llegaron en poco tiempo los vigilantes de seguridad de la estación.