La SGAE denuncia fraude fiscal de empresas relacionadas con socios

Madrid

La SGAE niega la mayor. En un comunicado que ha remitido a los medios de comunicación -el segundo en una semana- la entidad de gestión de derechos de autor afirma que "en ningún caso ha denunciado a sus socios Alejandro Sanz, Joaquín Sabina y Pau Donés".

Según fuentes jurídicas consultados por la Cadena SER, la fiscalía provincial de Madrid si ha recibido una denuncia en la que figura el nombre de Joaquín Sabina. A esas mismas fuentes no les consta de momento, nombre de otros cantantes o autores menionados por el diario El Mundo,  que cuantifica en cerca de 70 millones de euros el presunto delito fiscal que pudieron haber cometido esos (y otros autores) con un presunto entramado de sociedades interpuestas para evitar el pago de impuestos. Según el diario, la cantidad podría haber alcanzado los 100 millones de euros aunque algunas presuntas actuaciones delictivas podrían haber prescrito.

SGAE no ofrece más detalles de la denuncia. No específica los años durante los que se pudieron cometer esas presuntas irregularidades. Ni tampoco las cantidades presuntamente defraudadas. Ni las razones por las que, conociendo esta situación que afectaría a varios ejercicios fiscales, la sociedad nunca tomó cartas legales en el asunto. Ni tampoco por qué miembros de la junta directiva que entonces y ahora gobernaban la entidad nunca denunciaron los hechos.

Fuentes internas de la sociedad afirman que la denuncia se ha presentado ante la fiscalía de delitos económicos de Madrid. También aseguran que los hechos que se recogen tienen que ver con la creación de un entramado societario mediante el cual se pudieron evadir impuestos derivados de la gestión de derechos de autor. Y que en ese entramado, también algunas grandes multinacionales del disco pudieran tener responsabilidad.

Según fuentes internas de la entidad, ya desde hace una semana se advirtió a miembros de la entidad que "un importante asunto" iba a salir a "la luz en las próximas horas". Y de hecho, miembros de la Junta Directiva hablaban abiertamente del “asunto de las cesionarias" que iba a llevarse a los tribunales.

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Por otro lado, no era un asunto extraño ya que llevaba hablando de la existencia de esas presuntas prácticas ilegales desde al menos hace ya un par de años. De hecho, fuentes de SGAE aseguran que la posibilidad de "sacarlas a la luz" no era un tema de conversación "extraño".

La denuncia coincide en el tiempo no sólo con la amenaza más que posible y real de una intervención de la entidad por parte del ministerio (que debería pedir autorización a juez para llevarla a cabo). También con una guerra fratricida que enfrenta a las grandes editoriales multinacionales con los músicos cuyos ingresos provienen de las emisiones nocturnas de las televisiones (la conocida como Rueda) y que son los que controlan la dirección de la entidad de derechos de autor.