Maduro y Guaidó miden sus fuerzas en una Venezuela en alerta máxima

Caracas

El último movimiento de Juan Guaidó y la oposición vuelve a apoyarse en la fuerza social las movilizaciones. Parte de la hoja de ruta del autoproclamo presidente interino pasa por sacar a la gente a la calle. Hay dos convocatorias previstas muy importantes. La primera, el miércoles, busca paralizar la ciudad de Caracas con cortes de tráfico en un horario caliente, de 12 a 2 de la mañana. Y el sábado va a haber una gran manifestación nacional e internacional, el día dado por Europa para que Maduro convoque elecciones.

Guaidó, según ha declarado, espera represión policial en ambas marchas. Y pedía a la gente que sea valiente, que salga a la calle y no tenga miedo. Muchos ciudadanos lo han aceptado y prometen secundar la convocatoria de manera multitudinaria para hacer una exhibición de fuerza.

Los movimientos de Maduro

Los fieles al presidente venezolano están en situación de alerta máxima. En estos días están haciendo provisiones de comida en las comunidades controladas por los colectivos populares, grupos que ayudan a los afines a Maduro a sobrevivir y a mantenerse con raciones de arroz, aceite o harina. Esos colectivos están ya previendo un posible ahogamiento económico. Militarmente también se están preparando. Los altos cargos realizan maniobras públicas, las anuncia Maduro en televisión y se dirigen en el centro del país. Esos colectivos, con mucha fuerza en zonas de Caracas, están también preparados para funcionar como guerrillas y aseguran que van a defender Venezuela con las armas.

Ganarse los favores del Ejército

Un esfuerzo de ambos que recuerda a una batalla un tanto meláncolica. Los militares apoyan oficialmente a Maduro pero los seguidores de Guaidó llevan días intentando colar en los cuarteles o en las comandacias de la Guardia Real el papel de la ley de amnistía general. Algunos no lo tienen muy claro para los altos cargos generales —hay delitos de lesa humanidad o de narcotráfico—, pero sí afecta a la gente de abajo. Aunque no lo reconocen públicamente ante las cámaras, la oposición está confiada en que hay un debate interno tanto en la parte funcionarial como en los rangos inferiores.

También presionaba la ciudadanía con mensajes en contra de la venganza. Para llevarlos a su lado, para protegerles. Hasta ahora se habían enfrentado a muchos de esos guardias que reprimen manifestaciones y pedían justicia. Es un cambio significativo con llamadas a la integración para sacarlos del circuito de Maduro. Lilian Tintori ha entregado este plan al servicio de inteligencia bolivariana. Oficialmente están con Maduro, pero la oposición va a buscar con ahínco ese 'espaldarazo'.

Los seguidores de Guaidó tienen la sensación de que esta oportunidad es la definitiva. Están convencidos de que no hay marcha atrás y resaltan que esta vez la oposición está unida con el apoyo de gran parte de la comunidad internacional.