Choupette: la gata de Karl Lagerfeld que "heredará" la fortuna de su dueño
La gata, un bello ejemplar de sagrado de Birmania en color arena con más de 200.000 seguidores en Instagram, "es una heredera" explicó Karl Lagerfeld en una entrevista en 2015
París
El difunto Karl Lagerfeld era tan conocido por sus gafas de sol y su coleta plateada como por su gata, Choupette, amada y explotada a partes iguales por su propietario, que prometió en vida legarle parte de sus millones, pero ¿podría hacerlo? "Tiene una pequeña fortuna para ella sola, es una heredera. Si me pasa algo, la persona que se ocupará de ella no estará en la miseria", dijo el alemán, diseñador de Chanel, en una entrevista en 2015.
La gata, un bello ejemplar de sagrado de Birmania en color arena con más de 200.000 seguidores en Instagram -ante los que mostró este jueves con una foto su luto tras la muerte de "papá"-, es, como él mismo decía, "una niña rica".
Lagerfeld le procuró exhaustivos cuidados desde que llegó a su vida en 2011: su amigo Baptiste Giabiconi se la prestó, pero el diseñador acabó quedándosela para darle una vida mejor, con dos damas de compañía, un guardaespaldas, chófer y una carrera de modelo que ha generado 3 millones de euros.
Aunque los detalles del testamento del "Káiser" no se conocen aún, en su último listado anual la revista alemana Manager Magazin estimó su fortuna en 400 millones de euros.
"Estoy leyéndolo en muchos medios, pero se trata de un recurso periodístico. En el derecho francés un animal es considerado como un bien mueble con derechos particulares, pero no puede ser heredero. En cambio, se puede legar a una persona o una sociedad o asociación con la responsabilidad de ocuparse del animal", señaló a Efe el abogado especialista en derecho de sucesión, Xavier de la Chaise, del bufete Omega Avocats.
Una persona puede recibir la herencia con un cierto número de obligaciones hacia el animal hasta su muerte, aunque la opción de la asociación es muy frecuente en Francia.
En 2018, las herencias supusieron el 70 % de los ingresos de la Société Protectrice des Animaux (SPA), es decir, 33 millones de euros. "En caso de herencia cuidamos del animal a la muerte de su dueño, incluso aunque en el testamento no lo pida", señaló una representante de esa asociación en el diario "Le Monde". Más del 90% de las personas que donan a la SPA no tienen hijos, como era el caso de Lagerfeld.
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De la Chaise apunta que, de la misma forma, el dinero que la gata generó con campañas de publicidad y otros objetos dedicados a su figura con los que Lagerfeld había creado un gancho de márketing en la última década, tampoco fue a Choupette sino a su propietario.
Otra opción en la sucesión -y menos probable conociendo las excentricidades del diseñador- sería que la gata fuese en sí la herencia para una persona determinada.
En los países que permiten a una persona desheredar a sus hijos, como es el caso de Estados Unidos, la herencia sí puede quedar "en patas" del animal, como fue el caso del chimpancé de Michael Jackson, Bubbles, que se quedó con dos millones de dólares.
Aunque Lagerfeld vivió en Francia desde los años cincuenta, queda la opción de que el diseñador hubiera previsto en su testamento una aplicación según el derecho alemán, lo que permitiría que su fortuna fuera administrada por una tercera persona, como sucede en el caso de personas que están bajo tutela, señala la revista L'Express.
No parece descartable, pues cuando los periodistas le recordaban que en Francia un animal no puede heredar respondía: "A mí me da lo mismo porque yo no soy francés".