Roger Torrent se queda solo defendiendo a Carme Forcadell

Madrid

La décima sesión del juicio al procés ha dejado dos versiones incompatibles de lo mismo: si la Mesa del Parlament de Catalunya podía o no podía tramitar las leyes de desconexión independentista tras las advertencias del Tribunal Constitucional, clave en el futuro de la expresidenta de la cámara catalana, Carme Forcadell.

El primer en apoyar a la expresidenta del Parlament ha sido su sucesor, Roger Torrent. "La presidenta Forcadell no podía hacer otra cosa que no fuera admitir a trámite la propuesta de los grupos del Parlament, la Mesa no puede ser nunca un órgano censor", ha dicho tajante el entonces diputado por ERC en la línea de lo declarado por la propia Forcadell en el juicio.

Unas afirmaciones que chocan frontalmente con lo afirmado minutos después por dos exmiembros de la Mesa del Parlament: José María Espejo-Saavedra (Ciudadanos) y David Pérez (PSC). El primero ha sido tajante al afirmar que advirtió "con insistencia y vehemencia que era palmario y evidente que se estaban admitiendo a trámite inciativas parlamentarias en frontal oposición con lo que había ordenado el Tribunal Constitucional".

En ese mismo sentido se ha pronunciado Pérez, asegurando que el papel de la Mesa no es el de un filtro meramente formal: "Tenemos esa obligación de inadmitir cuando se contradiga el ordenamiento constitucional", ha afirmado. Tanto el letrado del Parlament, Antoni Bayona, y el secretario general de la cámara, Xavier Muro, han reconocido que el estudio del fondo de las iniciativas se puede hacer, como "excepción", cuando contraviene la Constitución.

"Volveré a votar"

Torrent ha defendido las leyes de desconexión, asegurando que "planteaban una posibilidad a la que no vamos a renunciar nunca, no vamos a renunciar a la voluntad mayoritaria de los catalanes a decidir nuestro futuro. Tengan presente que volveremos a votar. Volveré a votar".

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Torrent ha empezado su declaración testifical refiriéndose a los acusados: "El hecho de que estén en prisión supone una grave distorsión del normal funcionamiento de la cámara", expresando también "mi preocupación de que ellos estén sentados en el banco de los acusados y la extrema derecha ejerza la acusación popular", en alusión a Vox.