Félix Auger-Aliassime, un adolescente que se hace hueco en la élite del tenis

Félix-Auger Aliassime es la gran sensación del circuito ATP. El jugador canadiense parece ser uno de esos proyectos precoces que crecen a una velocidad endiablada. A sus 18 años, Aliassime quema etapas con firmeza y sin mirar atrás. Si hace apenas tres semanas se encontraba a las puertas del top-100 del ránking mundial (posición 104), este lunes aparecía como número 58 del mundo tras firmar la final en el ATP 500 de Río de Janeiro y las semifinales en Sao Paulo.

Su buen hacer en la arcilla brasileña provocó que la organización de Indian Wells, el primer Masters 1000 de la temporada, le otorgase una invitación para el cuadro final, evitándole por tanto tener que ganarse su puesto en la fase previa. Cualquier otro jugador se podría haber relajado tras un fantástico mes de febrero pero Aliassime parece estar hecho de otra pasta y no se conforma con lo ya logrado a su tierna edad.

El canadiense derrotó a Cameron Norrie en primera ronda (6-3 y 6-2), reciente finalista en Acapulco, y en la tarde del sábado sumó su primer triunfo ante un jugador del top-ten al batir con claridad al griego Tsitsipas (6-4 y 6-2). Aliassime entra a formar parte de un selecto grupo, aquellos que han conseguido derrotar a un top-10 en un Masters 1000 antes de cumplir 19 años.

Aliassime, que comparte cumpleaños con Federer (8 de agosto), jugará ante el japonés Yoshihito Nishioka (verdugo de Bautista en segunda ronda) por un puesto en los octavos de final de Indian Wells. Ante un tenista como el nipón, veloz y que puede proponer un ritmo endiablado, estará un Aliassime que luce un tenis total, que mezcla potencia, resistencia y un buen balance entre ataque y defensa, además sin debilidades aparentes en ninguno de sus flancos.

¿Llegará Aliassime a ser uno de los mejores jugadores del futuro? Solo el tiempo lo puede decir pero de momento se puede disfrutar de su crecimiento y de cómo quema etapas a pasos agigantados. Que nadie subestime a un adolescente canadiense en el desierto californiano.

Únete al canal de WhatsApp de la SER