"Patadas en la cabeza" a guardias civiles en Sant Esteve Sesrovires el 1-O
El agente de Guardia Civil instructor del informe relativo a la Barcelona rural relata los altercados durante el referéndum ilegal
Otro agente ha relatado cómo consiguieron sacar a la comitiva judicial de Exteriors el 20-S
El fiscal Javier Zaragoza durante el juicio(EFE)
Madrid
Un agente de la Guardia Civil ha comparecido este martes en el juicio al procés para explicar a qué se enfrentaron el uno de octubre en zonas rurales de la provincia de Barcelona. Ha relatado "una patada en la cabeza de forma violencia a un guardia civil que se encontraba tendido en el suelo" seguida de "otra fuerte patada en la cabeza" a otro agente cuando realizaban otra detención en la localidad de menos de ocho mil habitantes de Sant Esteve Sesrovires.
La jornada del martes ha avanzado desde la testifical de Felipe Martínez Rico, centrada en la malversación de caudales públicos, hasta el testimonio de agentes de la Guardia Civil describiendo los encontronazos con manifestantes tanto el 20 de septiembre de 2017 como el 1 de octubre de ese mismo año.
"Éramos increpados, insultados y golpeados, la resistencia pasiva evolucionaba en resistencia activa" ha relatado este agente sobre la situación que afrontó la Guardia Civil el 1-O en zonas rurales de Catalunya. "Se denotaba organización con ánimo de obstaculizar el cumplimiento del auto judicial" del TSJ de Catalunya que ordenaba prohibir el referéndum.
El agente ha relatado estos episodios en localidades barcelonesas como lanzamientos de sillas en Sant Joan de Vilatorrada, un intento de atropello en Castellbisbal y el robo de escudo a un agente en Sant Cebrià de Vallalta entre otros. Los Mossos d'Esquadra, mientras tanto y según su versión, permanecieron pasivos en la mayoría de los casos: una "presencia mínima, pasividad y falta de colaboración" salvo casos "puntuales" de colaboración por parte de la policía autonómica catalana.
"Un ambiente muy agresivo"
Otro de los agentes ha profundizado otro de los episodios no abordados hasta ahora en el juicio: el registro en la Consellería de Exteriors el 20-S en el marco de la operación Anubis. Varios centenares de personas se concentraron en la puerta pero, en un momento dado y según ha explicado un agente de la Guardia Civil, no hubo heridos y los registros se llevaron a cabo pero "los insultos y las amenazas de muerte eran algo ya suave" con lo que ocurrió cuando intentaron sacar al detenido, Xavier Puig, y a la comitiva judicial del edifico.
Empujones, insultos e incluso una ventana rota del coche de la Guardia Civil con el propio detenido implorando que le sacaran de allí. A este agente le sorprendió que "la población civil tuviera esa gran falta de respeto de llegar incluso a sustraer un detenido de la Guardia Civil".
"Estoy sintiendo indefensión"
La negativa del tribunal a no ver vídeos relacionados con los hechos hasta la fase documental del juicio ha vuelto a suponer un enfrentamiento entre Manuel Marchena y las defensas, en este caso la abogada de Jordi Cuixart, Marina Roig. "No va a sentir usted indefensión", ha asegurado el presidente del tribunal, a lo que la letrada ha contestado que "ya la estoy sintiendo".
La discusión ha llegado después de la declaración del agente de Guardia Civil presente en el registro de la Consellería de Exteriors el 20 de septiembre de 2017: ha afirmado que los Mossos d'Esquadra sólo "miraban lo que ocurría" cuando las imágenes aportadas al sumario muestran a agentes de la policía autonómica apartando manifestantes del camino del coche policial.
