Escándalo hotelero: graban a cientos de clientes y lo suben a una web porno
Tras destapar este escándalo, la policía ha arrestado a cuatro personas en Corea
Madrid
La epidemia de las cámaras ocultas en Corea del Sur continúa. Aunque divulgar pornografía en este país es ilegal, cada año se registran más de 6.000 casos de vídeos y fotografías tomadas a personas sin su permiso que son distribuidos a través de distintas páginas pornográficas, tal y como recoge la BBC. En esta ocasión, la policía ha detenido a cuatro personas por un nuevo escándalo que ha comprometido la privacidad de aproximadamente 1.600 personas.
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A pesar de los intentos del gobierno para revertir esta situación, los atacantes desarrollan técnicas cada vez más sofisticadas para hacerse con imágenes y vídeos de terceras personas, principalmente de mujeres, de forma completamente ilegal. Recientemente, la policía local ha descubierto una red de poco más de 30 hoteles en 10 ciudades coreanas que tenían cámaras ocultas en sus habitaciones para grabar a terceros.
El negocio de las cámaras espía
Cámaras, que estaban integradas dentro de televisores, interruptores o enchufes de las distintas habitaciones, que servían para capturar vídeo y transmitirlo vía streaming a una web de carácter pornográfico. Una red que ha comprometido a la privacidad de 1.600 huéspedes que se alojaron en un total de 42 habitaciones distribuidas en una treintena de hoteles.
Según ha informado el Departamento de Investigación Cibernética de la Agencia Nacional de Policía de Corea a la CNN, esta práctica es parte de una red ilegal de cámaras espía que cuenta con miles de clientes tanto de Corea del Sur como de distintas partes del mundo. Una red que se encarga de subir contenido a un sitio porno con más de 4.000 personas registradas, 97 de las cuales pagaban una cuota mensual de unos 40 euros para acceder a contenidos especiales como trasmisiones de vídeo.
Se enfrentan a 10 años de prisión
Tal y como recoge la BBC, los acusados ganaron en torno a 5.500 euros en apenas cuatro meses gracias a este negocio. Un bote que obtuvieron no solo por la cuota mensual de los suscriptores, sino por el número de visitas generadas por la comunidad y distintas donaciones. No obstante, en caso de que sean declarados culpables, tendrán que hacer frente a una multa de 30 millones de wones (unos 23.000 euros).
Pero no solo eso. Según ha dado a conocer la policía local, los acusados también se enfrentan a una pena de 10 años de prisión. Por lo tanto, Corea trabaja en castigos ejemplares a los cuatro acusados para revertir la situación en el país, tal y como explican desde la Agencia Policía Metropolitana de Seúl: "La policía trata de manera muy estricta a los criminales que publican y comparten videos ilegales, ya que dañan gravemente la dignidad humana".
David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología y buscador de historias virales e inverosímiles...