Ocio y cultura

Los 'vicios modernos' de Ceesepe antes de la Movida

La Casa Encendida acoge una exposición que explora su trabajo como dibujante de cómics y como referente del underground a lo largo de una década, previa al inicio de la Movida

'Estrellita va a Nueva York' / Ceesepe

Madrid

'Vicios Modernos. Ceesepe 1973-1983' recorre una década en la vida y en la producción artística de Carlos Sánchez Pérez (1958-2018), conocido como Ceesepe, desde sus años escolares hasta principios de los 80, años previos al inicio de la Movida: "Esa década es la de un crío, la de un adolescente que dibujaba en el colegio para sus amigos, que luego se convirtió en un dibujante de historietas muy precoz y muy célebre gracias a su personaje de Slober y, poco a poco, fue mutando en un pintor", señala la periodista Elsa Fernández-Santos, comisaria de la exposición. Ceesepe dibujaba cómics "muy violentos, políticamente incorrectos, Slober era un ácrata calvo, melenudo, un desgraciado muy chungo... Y es posible que muchas de sus historietas no hubieran pasado hoy el filtro de la corrección política".

La muestra reúne en La Casa Encendida de Madrid cerca de 300 piezas entre cómics originales, cuadernos, revistas, juegos, fotografías o la película El día que muera Bombita, la mayor parte de ellas pertenecientes a los fondos del Archivo Lafuente que, explica Elsa, comenzó a investigar los años 70 en España y en ese proceso surgió el nombre de Ceesepe: “Él ejerció de puente entre Barcelona y Madrid, fue una correa de transmisión del underground entre ambas ciudades, y descubrimos que guardaba muchísimo material de esos años".

En la exposición se pueden ver algunas de las revistas en las que Ceesepe publicó sus viñetas. Entre ellas, la barcelonesa Star, cuando apenas tenía 16 años. Fue autodidacta y con muy poca formación académica en lo artístico. Su hermano mayor dibujaba y su padre y sus abuelos eran carpinteros. Contaba Ceesepe que estuvo poco más de un mes en la escuela de Bellas Artes y lo dejó: "Esa es toda mi formación artística. Había muchos allí que dibujaban mejor que yo. Yo podía pasarme una semana con un dibujo que ellos hacían en un día, y encima el mío estaba medio torcido. Pero se notaba que era mío".

El Ceesepe adolescente creó algunas viñetas con el título de Pornos, en las que dibujaba lo que hoy los jóvenes consumen a través de sus pantallas: "En esa época el porno se lo tenían que inventar porque no tenían donde verlo", explica la comisaria. "Son unos cómics alucinantes porque empleó horas y horas en dibujarlos, son muy pequeñitos, algunos como una caja de cerillas, y todos tienen ese trasfondo sexual, que era el interés de un adolescente en ese momento de explosión y libertad que coincide con la muerte de Franco y con un país que empieza a respirar y a estar sediento de cosas nuevas".

Pornos, número 4. «¡Wow!», 1974: bolígrafo, rotulador y lápices de color sobre papel, 10.9 x 7.8 cm. Libro de cómic / Ceesepe

Ceesepe fundará la Cascorro Factory, un puesto de comic en el Rastro madrileño: "Aquel puesto fue fundamental para entender lo que vino después, la Movida, porque allí se juntaron Ceesepe y Alberto García-Alix, su amistad confluyó en ese puesto donde vendían cómics censurados, prohibidos y también los que ellos hacían artesanalmente, pero sobre todo, la gran obra y el gran fanzine fue Vicios Modernos (1979) y ahí ya se ve esa mutación de Ceesepe de dibujante de cómic underground a otra cosa, a un dibujante con una poética muy distinta".

Vicios modernos era un fanzine con dos historietas, la que le daba título y Bestias de lujo. La primera, una especie de tebeo documental creado a partir de fotografías de García-Alix, en el que él era el protagonista y Ceesepe aparecía caracterizado como un músico glam. “Ideológicamente, Vicios Modernos fue la puerta visual de la Movida", dice Alberto García-Alix en el catálogo de la exposición.

Ceesepe participó activamente en la Movida, pero acabó renegando de ella. Antes de morir, dijo en una entrevista: "¡La Movida! No quiero tener nada que ver ni con Alaska, ni con Mario Vaquerizo, ni con Fabio McNamara. Ni compro sus discos, ni sus libros, ni nada de eso. Ni aunque me los regalen. Yo no quiero ser un bote de Colón ni salir anunciado en la televisión". Elsa Fernández-Santos opina que "las figuras relevantes de la Movida no es que hayan renegado, es que han acabado hartas de explicarse a sí mismas. Ceesepe era un hombre de pocas palabras y tampoco le hacía gracia revisar esta etapa de su vida porque los artistas quieren vivir en el presente y que se les asocie con el pasado les frustra, pero creo que no solo le pasaba a él".

'Ángeles negros' / Ceesepe

En las salas de La Casa Encendida se pueden ver también algunos de los dibujos que realizó para la ópera prima de Pedro Almodóvar, Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, además de algunos de sus cómics más sofisticados, en los que las viñetas ya casi son cuadros: La lucha, El día que muera Bombita y Estrellita va a New York, cuya portada fue publicada en El Víbora y es prácticamente un lienzo.

Según el crítico Jordi Costa, “la obra de Ceesepe fue trazando una sinuosa ruta que llevaría de la viñeta entendida como puerta (o ascensor) en dirección al mal viaje al lienzo trascendido como ventana abierta al skyline multicolor de una ciudad futura, deslumbrante y soñada”. Sobre la relación del artista con Madrid, Elsa Fernández-Santos recuerda una frase del editor Borja Casani: "No es que Ceesepe se inspirase en Madrid, sino que Madrid hizo un gran esfuerzo para parecerse a los cuadros y dibujos de Ceesepe. Es muy bonito y tiene mucho de verdad".

 
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