Economia y negocios

Hay una alternativa a la precariedad de Deliveroo y Glovo

Sus trabajadores no son autónomos, cobran por hora trabajada y no por pedido: "Queremos dignificar y profesionalizar el sector. Los repartidores también tenemos derecho a un sueldo digno"

La Pájara, en Madrid, y Mensakas, en Barcelona, son dos cooperativas que ofrecen servicios de reparto y ciclomensajería. Quieren ser una alternativa al modelo de las grandes plataformas: "La diferencia está en el modelo que hay detrás"

Un repartidor de Deliveroo / DELIVEROO EUROPA PRESS

Madrid

Martino Correggiari trabajaba para Deliveroo. En 2017, cuando empezó a protestar por la precariedad que sufrían los riders, lo "desconectaron". Ahí nació La Pájara. "En el ámbito ciclista, cuando te da una pájara significa que ya se te ha terminado toda tu energía, que ya estás agotado... Así que la idea que queremos transmitir es que queremos darlo todo en este trabajo, que nos encanta la bicicleta, que queremos hacer las cosas bien y que vamos a esforzarnos al máximo para que salga adelante".

Las protestas de 2017 fueron el germen del que surgió La Pájara Ciclomensajería, una cooperativa que ya está funcionando en Madrid como alternativa a las grandes plataformas como Deliveroo, Glovo o Ubereats. Un servicio de reparto y ciclomensajería que no explota a sus trabajadores. Ahora la forman cinco personas y cada uno tiene un mote. Martino es el "búho". Algunos eran riders de Deliveroo o Glovo, pero también hay estudiantes de arquitectura, de bellas artes o ingeniería. A todos les apasiona la bicicleta.

A simple vista, el funcionamiento es muy parecido al de las grandes plataformas, "la diferencia está en el modelo que hay detrás", explica Martino. Lo fundamental es que no son autónomos. Según los sindicatos, Glovo y Deliveroo utilizan a los trabajadores como falsos autónomos. En la cooperativa, en cambio, son trabajadores por cuenta ajena. No cobran por pedido, si no por horas trabajadas. "Trabajar con ellos es inviable en el momento en el que la cuota de autónomo aumenta. Después de dos años tienes que pagar 300 euros y seguir trabajando cobrando solo por pedido. Es imposible".

La seguridad es otra de las principales diferencias. "Somos conscientes de que es un trabajo de alto riesgo, así que hemos contratado también un seguro. Pagar la cuota de la seguridad social nos permite tener bajas. Ahora hay una 'pájara' de baja porque se ha dislocado un pulgar, otro por licencia de paternidad. Eso sería imposible en Deliveroo".

Quedan atrás, también, las presiones que sufrían en las grandes plataformas para ser considerados "buenos riders" y tener acceso a más pedidos. Según los trabajadores que denuncian la precariedad en estas empresas, factores como ser más rápido aumentan la posibilidad de que, desde la plataforma, te asignen más pedidos. "Eso nos llevababa a saltarnos semáforos en rojo, por ejemplo". "En La Pájara confiamos los unos en los otros. Apuntamos las horas que trabajamos y compartimos todo el trabajo, pasamos por todas las responsabilidades para que todos seamos responsables del proyecto en general".

Dignificar el sector

La consecuencia de favorecer esos derechos laborales es que el coste del servicio es más caro para el usuario. En Deliveroo y en Glovo el precio del envío suele ser de 1,90 euros. En La Pájara son 3,50 euros. "Lo mínimo para que podamos sobrevivir", asegura Martino. Además, las grandes plataformas piden al restaurante un 30% del pedido más IVA a parte, La Pájara, en cambio, pide el 25% IVA incluido porque "hay restaurantes que tienen un margen ridículo de ganancia si se les pide un 30%".

"Sabemos que si con estas tarifas no conseguimos llegar a un número de personas suficiente, lamentablemente esto no vale la pena", reconoce Martino. Haciendo cuentas y teniendo en cuenta que lo habitual sería hacer, como mucho, dos pedidos por hora, cada rider ganaría 14 euros por hora. "Con eso tenemos que pagar la seguridad social, el seguro, la gestoría, la plataforma... Se nos va un 40%, así que quedan ocho euros por hora. Creo que ocho euros por hora es lo mínimo por el trabajo que hacemos: bajo lluvia, con 40 grados en verano y con el riesgo que corremos". Con esto, el objetivo es dignificar el sector y profesionalizarlo: "Es una profesión como cualquier otra, que necesita de toda la seguridad y de un sueldo digno a final de mes".

La página web de La Pájara / La Pájara

El mismo objetivo que tiene Mensakas, en Barcelona. Otra cooperativa sin ánimo de lucro que busca ser, como La Pájara, una alternativa a la precariedad de Glovo y Deliveroo. "La idea surgió después de la huelga que hicimos en verano. Nos dimos cuenta de que sabíamos cómo funcionaba el sector, somos la cara visible de las empresas y sabemos cuántos pedidos se pueden hacer, en qué zonas, con qué restaurantes... Pensamos en hacer una empresa que ponga en primera persona la figura del repartidor con el objetivo principal de dignificar nuestro trabajo", explica Daniel Martínez.

En Mensakas tampoco son autónomos, si no trabajadores de plantilla que cobran por hora trabajadas. "Queremos crear una ocupación digna y que el repartidor gane lo que creemos que debería ganar, aunque aún estamos lejos del objetivo final. Llevamos muy poco... pero la idea es poder cobrar un sueldo digno".

Mensakas está ya preparando su aplicación para poder comida a restaurantes. En La Pájara funcionan, por ahora, con una página web. Tienen ya más de 10 restaurantes colaborando con ellos, todos con valores similares: no trabajan con grandes franquicias. No quieren, explica Martino, fomentar un consumo excesivo, si no un "consumo consciente y un uso consciente de la tecnología". "Si alguien pide dos o tres veces a la semana con Deliveroo, no queremos decirle que pida tres veces a la semana con La Pájara. Estas empresas dicen que aportan a la economía porque generan empleo, pero el empleo es de pésima calidad y además cambian las dinámicas económicas. Restaurantes que despiden a camareros porque ahora la tendencia es pedir a domicilio".

Advierten, además, de que los gobiernos tienen que actuar. "El hecho de que estas empresas utilicen falsos autónomos no solo afecta a los repartidores, también al Estado en general".

Sara Selva Ortiz

Sara Selva Ortiz

Redactora de la sección de Nacional. Antes trabajó en el equipo de Hoy por Hoy, en Economía, en Informativos...

 
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