Taiwan expresa su preocupación a España por extraditar a sus ciudadanos a China

Madrid

Con los 94 detenidos que España ha deportado esta madrugada a china, son 218 los ciudadanos taiwaneses que nuestro país ha enviado a un país que no es el suyo. Fueron detenidos en 2016 en una operación conjunta de las policías española y china contra el fraude en las telecomunicaciones, en la que también se capturó a ciudadanos de la República Popular de China. 

Al confirmarse la noticia, el gobierno de Taiwan ha expresado su "preocupación y lamento", porque esas personas sufren un riesgo de torturas y malos tratos, como explica a La SER José María Liu, representante diplomático de Taiwan en Madrid. 

"Los expertos de Naciones Unidas expresaron el año pasado su preocupación, añade el diplomático, con informes en los que se recoge el riesgo de estas personas de sufrir malos tratos, torturas, y no digamos ya la posibilidad de la pena de muerte". Les han pedido que paralicen estas deportaciones basándose en un principio de humanidad y respeto a los derechos humanos. 

España no reconoce a Taiwan como un Estado independiente, y lo considera parte de China. Por eso las deportaciones se hacen con entrega a las autoridades de Pekín. Aunque eso suponga que, incluso ignorando el riesgo de tortura en cárceles chinas, se les esté enviando a un país que no es el suyo. "Siempre nos dicen que es una decisión que toman los jueces desde su independencia", aclara Liu. 

Taiwan -que ha abierto varios procedimientos en la Justicia española intentando paralizar estas extradiciones-, pide que ambos países creen comisiones rogatorias para fortalecer la cooperación en la lucha contra la delincuencia transfronteriza, pero manteniendo "los principios del humanitarismo". Fácil en teoría, imposible en la práctica porque cualquier cooperación con China requiere la aceptación de que Taiwan es una provincia más de ese país.