Londres ya supera a Nueva York en índice de asesinatos

Londres

El apuñalamiento fatal de un hombre de 30 años en Wandsworth, en el sur de Londres, se ha convertido en el homicidio número 59 en los que llevamos de año en la ciudad, en la relación con los 135 que hubo el año pasado. Se trata del nivel más alto en una década, azuzado por el aumento del crimen con navajas u objetos punzantes. Londres supera, por primera vez, a Nueva York en cuanto a índice de asesinatos por habitante.

Muchos de estos ataques son simples robos o ritos iniciáticos de bandas juveniles a víctimas al azar. Pero una parte importante está relacionada las guerras entre bandas por el dominio del territorio y control del tráfico de drogas e involucran a jóvenes de entre 13 y 21 años. El año pasado fueron detenidos 137 menores de 10 a 13 por delitos relacionados con arma blanca.

Estas bandas reivindican los asesinatos a través de las redes sociales y se retan mediante 'drills', vídeos de rap que ensalzan la violencia colgados en Youtube. En mayo de 2018 fue abatido de un tiro Rhyhiem Barton, de 17 años, en Kennington, en el sur de Londres. Pertenecía a una banda. Antes de morir había desafiado a una organización rival con un 'drill'. Sus asesinos se jactaron de su muerte con vídeos en Instagram y Snapchat.

También circulan marcadores con dibujos de cuerpos humanos y puntuaciones distintas según la parte que apuñalen o disparen. La máxima puntuación es la cabeza. “Cada banda lleva su propio recuento y lo publica”, explicó a Sky News Sayce Holmes-Lewis, mentor de Barton, tras su muerte. “Obtienen mejor puntuación cuanto más grave es el acto, piensan que es un juego, que matar a alguien es divertido”, añadió.

El Partido Conservador culpa al laborista Sadiq Khan, alcalde de Londres desde 2016, del incremento del crimen. Incluso ha presentado un informe que dice que el crimen con navaja ha subido un 52% y los robos un 59% desde que llegó él. Khan, por su parte, lo achaca a los recortes gubernamentales que, asegura, han provocado falta de oportunidades, pobreza, alienación social y empeoramiento de la salud mental.

Lo cierto es que esta “epidemia de crímenes”, como se la ha bautizado, no es exclusiva de Londres. En Inglaterra y Gales se registraron 732 homicidios el año pasado, según datos policiales, también el índice más alto desde 2009. Hasta 4.986 personas fueron hospitalizadas con heridas de objetos afilados, un tercio más que en el 2012. En cuanto a los delitos con arma blanca a nivel nacional, se ha alcanzado el mayor registro desde 1946.

La policía lo atribuye a los recortes de los gobiernos tories de Cameron y May, que desde el 2010 han reducido el número agentes en las calles de 144.000 a 122.000. Theresa May niega cualquier relación entre estos dos factores. El presidente de la Federación de Policía, John Apter, la tilda de “delirante” y asegura que “este es el verdadero coste de la austeridad”.

Los recortes del estado también han afectado a los presupuestos municipales y a los servicios preventivos. Se ha perdido el contacto con los jóvenes con problemas, según los educadores sociales. Tom Isaac, que trabaja con víctimas de apuñalamientos, cuenta a The Independent que “desde la recesión hemos tenido recortes cada año, no se dan cuenta de cuánto ha afectado a los jóvenes”. Explica que se sienten inseguros y deciden protegerse con navajas.

Otra causa es la reducción de los poderes policiales para poder parar y registrar a sospechosos debido a las quejas por discriminación a minorías étnicas. Para hacer frente al problema, el gobierno ha vuelto a incrementar estos poderes, ha instalado arcos detectores de metales en escuelas de zonas conflictivas y ha prohibido la venta de cuchillos en internet. También ha limitado el acceso a las redes sociales de sospechosos y ha endurecido las penas de cárcel.