El líder de la patronal matiza sus palabras sobre su preferencia de repetición electoral

Madrid

A la patronal parece no importarle mucho la sombra del fracaso de las negociaciones políticas y la repetición electoral. "Las encuestas dicen que se aclararían más las cosas", apunta el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi.

"Igual es mejor esperar a noviembre y tener un país más tranquilo que tener un país más inestable a corto plazo". Garamendi urge a la necesidad de que España cuente con un Gobierno estable aunque eso pase por repetir elecciones.

Pedro Sánchez no descarta que independientes propuestos por Podemos estén en el Gobierno

<p>El presidente del Gobierno en funciones vuelve a pedir la abstención a Cs y al PP para no depender de los nacionalistas en la investidura</p>

El líder de los empresarios hizo estas declaraciones tras su primera asamblea como presidente de la patronal, aunque este viernes ha matizado sus palabras en un acto de la Fundación Faes. Garamendi señala ahora que esa sería la única opción si las que están encima de la mesa no salen adelante.

Durante su intervención en la asamblea, Garamendi ha insistido en la necesidad de contar con un marco regulatorio estable y homogéneo para todas las empresas, también en sectores regulados como el eléctrico. "Que se equiparen exigencias a las empresas de sectores regulados con otras", ha pedido.

Asimismo, ha criticado la mala regulación "a base de reales decretos" en lugar de en el seno del diálogo social y ha puesto como ejemplo el registro horario que, a su juicio, habría salido mejor desde una mesa de negociación entre patronal y sindicatos.

También ha expresado su preocupación por la fiscalidad "como otra forma de romper competitividad de las empresas", y por el déficit publico y la falta de eficiencia en la Administración.

Garamendi ha pedido que los españoles "confíen en las empresas" y ha señalado como los tres grandes retos empresariales la globalización, la digitalización, y la transición ecológica, un punto este último en el que ha pedido abordar los cambios "sin demagogia" y ha reivindicado el papel de las empresas para "medir y gestionar".