Los posibles escenarios tras la investidura fallida de Pedro Sánchez
Si ningún candidato logra el apoyo mayoritario del Congreso antes del 23 de septiembre, las Cortes se disolverán de forma automática y se celebrarían unas nuevas elecciones generales el 10 de noviembre
Pedro Sánchez, este jueves, entrando en el Congreso. / Juan Carlos Rojas (ACN)
Madrid
El resultado de la votación celebrada hoy en el Congreso ha puesto en marcha una cuenta atrás: si ningún candidato logra el apoyo mayoritario del Congreso antes del 23 de septiembre, las Cortes se disolverán de forma automática y se celebrarían unas nuevas elecciones generales el 10 de noviembre.
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Para evitarlo sería necesario que, tras una nueva ronda de contactos, el rey Felipe VI propusiera un nuevo candidato —que podría ser Pedro Sánchez u otro— y que este lograra una mayoría suficiente en el Congreso.
Tras la votació de este jueves, el secretario general del Grupo Socialista en el Congreso, Rafael Simancas, ha puesto de manifiesto que "Pedro Sánchez era candidato hasta hace unos minutos", pero que "ya no es candidato".
"¿Ahora qué?", se ha preguntado Simancas. "Ahora se abre el proeso que establece el artículo 99 de la Consitución. En septiembre, además, habrá otros problemas. Nos han advertido aquí otros portavoces. Hoy se han dado algunas abstenciones que puede que no se den en el mes de septiembre".
Septiembre: posible, pero complicado
Sin entrar en detalles, por lo tanto, Simancas ha hablado de "septiembre", y eso es justamente en lo que ya están pensando en Podemos. Según informa Mariela Rubio, la formación morada quiere retomar las negociaciones en dos semanas para que el rey convoque una nueva ronda de contactos a finales de agosto y pueda celebrarse un nuevo debate de investidura en la primera semana de septiembre.
Pero entonces, tal y como ha recordado Gabriel Rufián, entra otro factor en juego: en septiembre caerá la sentencia del procés y es previsible que la decisión del Tribunal Supremo complique "mucho" una hipotética abstención de ERC. Y a eso hay que sumarle las encuestas electorales, que todas las fuerzas seguirán de cerca.
Tampoco parece probable que Pablo Casado, líder de la segunda fuerza con más escaños en el Congreso, pueda sumar acuerdos suficientes. El PP solo sumaría 151 votos junto a sus aliados naturales, Ciudadanos, Vox, Navarra Suma y Coalición Canaria, por lo que seguiría lejos de la mayoría absoluta de 176. Pero otra opción para Pedro Sánchez sería conseguir la abstención de PP y Ciudadanos, para lograr más síes que no es en una hipotética nueva sgunda votación.
De no producirse un acuerdo antes del 23 de septiembre, la disolución de las Cortes y la posterior convocatoria electoral supondrían las cuartas elecciones generales en menos de cuatro años, tras las 20 de diciembre de 2015 convocadas por Mariano Rajoy, la repetición del 26 de junio de 2016 y las del pasado 28 de abril, convocadas por Pedro Sánchez tras no prosperar sus Presupuestos Generales.
Un hecho muy poco habitual que, de producirse, supondría también la primera vez, tras la restauración de la democracia, que en un mismo año España celebra dos elecciones generales.
