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ESPECIAL 'HORA 25' SOBRE LOS INCENDIOS

Radiografía del fuego en Gran Canaria: "Es como un infierno, se apaga por un lado y empieza a arder por el otro"

Las llamas han arrasado 10.000 hectáreas y obligado a desalojar a más de 9.000 personas en la isla

Segunda jornada del incendio de Gran Canaria / Europa Press - Europa Press (EUROPA PRESS)

Madrid

"Llegar en avión aquí es sobrecogedor. Se llega desde el norte, que es exactamente lo que está en llamas. Lo primero que te recibe es una enorme columna de humo. Hay dos grandes chimeneas. Se ve una enorme con llamaradas a los lados. La segunda es menor, un enorme cigarrillo que arde, que es el frente que va mejor. Eso se ve desde el cielo. Desde el suelo se ve otra imagen, que es muy preocupante, y es a los equipos tremendamente derrotados. Mirando a la izquierda vemos bomberos, UME, Cruz Roja... Ahora mismo hay efectivos esperando el siguiente turno". Esta es la fotografía sobre el terreno que ha realizado Javier Ruiz, periodista de la Cadena SER, tras llegar al puesto de mando del operativo que trabaja en la extinción de los incendios de Gran Canaria, que ya han arrasado más de 10.000 hectáreas y dejan más de 9.000 personas desalojadas.

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Precisamente uno de los enclaves donde más desalojados se encuentran en San Mateo. En su polideportivo hay más de 400 personas que han tenido que dejar sus hogares por precaución: las llamas podrían llegar a sus viviendas. "Siento una mezcla de coraje e incertidumbre, me dicen que el fuego no ha llegado a mi casa espero que todo esté bien", dice Paco Marrero, uno de los desalojados.

Pacto tiene 55 años, vive en uno de los barrios de San Mateo que han sido desalojados, y en su cabeza está el incendio que azotó la isla en 1987. "La noche pinta, como decimos los canarios, un poquito negra. Estamos perdiendo el corazón de la isla, está ardiendo y no podemos hacer nada. Ni los medios aéreos ni por tierra, esto es como un infierno, se apaga por un lado y empieza por el otro", lamenta.

Muy cerca de él, pero en una posición distinta, está José. Él es uno de los voluntarios, vecino de San Mateo, que presta su apoyo a los afectados. "Venimos a echar una mano, llevo viniendo tres días, pero no me rendiré hasta el final. Muerto sí, pero no vencido. Ellos son humanos que han dejado atrás sus pertenencias, sus casas, sus hogares... Esta gente nos necesita. Solo podemos ayudar con esto, todos se están volcando y aquí no falta de nada: comida, bebida, camas para dormir, ropa para cambiarse... Hay mucha gente que no puede llegar hasta sus casas", apunta.

Junto a estos voluntarios también está la Cruz Roja. "Como institución no solo atendemos sus necesidades básicas, sino que intentamos darles un apoyo moral. No saben si están perdiendo sus casas, sus animales... Son gente rural y apegada a su tierra. Intentamos estar aquí trabajando la parte psicosocial (...) Nosotros no informamos sobre el fuego, no tenemos información. Intentamos transmitir que el desalojo no es porque se esté quemando su casa, sino por precaución. Lo primero es la población y hay que tenerla a salvo", dice Maru Vázquez, coordinadora de Cruz Roja.

El fuego se dirige a Mogán

Otro de los focos donde hay más miradas es Mogán, segundo enclave turístico de la ciudad. Aquí se sigue a la espera para ver si se activa la amenaza de incendio. A esta hora siguen los trabajos de limpieza para rebajar los posibles riesgos. En la conciencia de todos los vecinos de esta localidad están los destrozos que se produjeron en el fuego de 2007, que obligó a desalojar a más de 1.000 habitantes.

"En la retina todos tenemos el incendio de 2007. Esta vez hemos sido más previsores. El fuego no toca Mogán, pero si el viento no cambia con toda probabilidad podría entrar en el municipio. Nosotros hemos organizado brigadas vecinales para limpiar las zonas aledañas a las viviendas y hemos hecho cortafuegos. Formalmente no hemos sido activados y por tanto a nuestros activos no podemos decirle a donde ir", dice el teniente de alcalde de Mogán, Mencey Navarro, que manda un mensaje de tranquilidad al sector turístico.

"Nos encontramos en temporada alta, pero el 80% del turismo que visita Mogán se concentra en las zonas de costa. Evidentemente el fuego tendrá impacto, pero la mayor parte se concentra en la costa y los turistas no sufrirán los efectos del fuego", ha explicado.

La mayor parte de la zona turística está en la zona sur y la zona costera de la isla, por lo que el fuego tendría que bajar mucho para afectar a esos núcleos. A esta hora, allí no hay avisos de desalojos. Hay que tener en cuenta que la isla tiene 4,5 millones de turistas al año y que el 90% de estos se van al sur.

 
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