El consumo de papel encadena cinco años al alza en España
Aunque parece que lo digital ha desplazado al papel, su consumo no ha dejado de crecer desde 2013, año en que empezó a recuperarse de la crisis.
Madrid
El auge del comercio electrónico y la sustitución de plásticos por un material más ecológico contribuyen a que el consumo de celulosa y papel mantenga una tendencia alcista desde 2013 -con 6 millones de toneladas- hasta alcanzar un consumo de casi 7 millones en 2018. "Lo que la digitalización está haciendo, y tal vez esto no nos lo esperábamos, es una revolución, un impulso, a los envases y embalajes, principalmente de cartón, porque el crecimiento de la economía digital, bien sea por el efecto del auge del comercio electrónico o por la tendencia general que estamos viendo hacia modelos de consumo más sostenibles y de sustitución de envases, está produciendo sin ninguna duda un impulso muy importante a lo que son los el papel en general y el cartón en particular", apunta Carlos Reinoso es director general de la patronal ASPAPEL.
De los más de 500 tipos de papel, solo el consumo del llamado papel gráfico –para prensa e impresión-, ha caído. Pero, eso sí, lo ha hecho hasta niveles mínimos: si en 2007 se consumían 3 millones de toneladas, once años después, la cifra se sitúa en 1,2, menos de la mitad.
El consumo de papel encadena cinco años de crecimiento
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Contrarresta este descenso el volumen de negocio en los demás ámbitos: entonces, el consumo de cartones y envases se quedaba en los 4,2 millones de toneladas; hoy, supera los 4,5; lo mismo ocurre con el papel higiénico y sanitario, cuyo consumo se incrementa un 11%.
"La transformación de la sociedad también está llegando a un profundo cambio en los modelos de consumo y las preferencias de los consumidores -apunta Reinoso-. En España, el sector papelero en los últimos años, del 2014 al 2018 ha invertido más de 1500 millones de euros en innovación y renovación tecnológica, y esto lo que está permitiendo es poner en el mercado productos que demanda el nuevo consumidor".
Sin embargo, y pese a esa inversión, el consumo -que ya encadena cinco años al alza- no ha recuperado los niveles precrisis. Tampoco lo ha hecho la producción, ni, por tanto, el empleo: frente a las 18.100 personas que dependían directamente de esta industria en 2007, en 2018 esa cifra se queda en el entorno de los 16.600.