Los síntomas de parón económico llegan a España

Madrid

La economía española no es una isla y sus principales indicadores están empezando a dar síntomas de estancamiento al igual que el resto de la Unión Europea. Este parón se nota en los grandes datos del PIB que en el segundo trimestre registró un crecimiento trimestral del 0,5%, dos décimas menos que a principios de año, pero también en las estadísticas que recogen el día a día del empleo y de las empresas.

Uno de los frentes en los que las señales de estancamiento son más evidentes es el del empleo. No solo por la subida del paro y la caída de la afiliación en agosto. Si abrimos el foco comprobamos como, después de cuatro años con un ritmo de creación de empleo superior al 3%, este 2019 el número de nuevos empleos es el menor desde 2014. Desde enero hasta ahora se han creado 296.000 empleos, 85.000 menos que en los mismos meses del año pasado. Y la tendencia en la reducción del número de parados es la misma: el año pasado hasta agosto el paro se redujo en 230.000 personas mientras que este año la reducción es de solo 130.000.

Otro de los indicadores relevantes que da síntomas de estancamiento es el del consumo. Los últimos datos definitivos del Instituto Nacional de Estadística sobre el gasto de los hogares dicen que el consumo ha empezado el año subiendo el 0,3%, pero menos que en 2018.

Este parón se nota también en el día a día de las empresas que producen y venden menos. la producción industrial se empezó a ralentizar a mediados del año pasado y ahora sube por debajo del 2% cuando hace año y medio su ritmo de crecimiento superaba el 4%. Un claro ejemplo de este parón lo encontramos en las ventas de coches que acumulan un 9% de caída en lo que llevamos de año. Y otro ejemplo lo da el Índice de Producción Manufacturera que se ha vuelto a contraer en agosto por tercer mes consecutivos estancándose por debajo del 49, el nivel más bajo desde mediados de 2013.