Iñaki Urdangarin ha salido el prisión poco antes de las nueve de la mañana de la cárcel de Brieva, en Ávila, donde lleva 15 meses cumpliendo condena por el caso Nóos. Lo hace para ayudar como voluntario en el Hogar Don Orione de Pozuelo de Alarcón (Madrid), dedicado al cuidado de personas con discapacidad. Una hora después llegó al centro social, con camisa azul y acompañado por un escolta. El juez de Vigilancia Penitenciaria ha autorizado que Urdangarin salga de la prisión dos veces por semana y un máximo de ocho horas al día. La decisión se fundamenta en aplicación del artículo 117 del Régimen Penitenciario sobre «medidas regimentales para la ejecución de programas especializados para penados clasificados en segundo grado», como es el caso de Urdangarin. Dos veces a la semana, los martes y los jueves, Urdanarin recorrerá los 103 kilómetros que separan la prisión donde cumple condena del centro social Hogar Don Orione de Pozuelo de Alarcón. Aproximadamente el viaje supone una hora de ida y otra de vuelta, con lo que su labor de voluntario allí será de un máximo de seis horas. La llegada del exduque de Palma ha congregado a muchos medios y ha revolucionado las rutinas del centro. “Hoy estoy un poco nervioso”, aseguraba Paco Sánchez, director del centro al atender a la prensa. “Aquí no hay ningún garaje subterráneo secreto, como han dicho, la puerta es la que es”, ha asegurado Sánchez antes las preguntas de la prensa. El director del centro ha explicado que Urgandarin no será el único voluntario en las tares. “Hoy hay otros cinco y se puede apuntar quién quiera, pero hay un proceso para que te acepten”, ha añadido. El preso ha llegado al centro donde ha tenido que cumplir con el protocolo habitual de ingreso de un voluntario. “Es una charla para ver qué sabe hacer, ver sus horarios aquí, cuando nos pongamos de acuerdo firmaremos el plan de voluntariado, que es lo que dice la ley de voluntariado”, ha explicado el director, que ha asegurado que no hay un plan deportivo en el centro, por lo que el exduque no podrá hacer un proyecto deportivo. En las casi seis horas que pasará en el centro, Urgandarin comerá allí con el resto de voluntarios y trabajadores y luego seguirá con sus tareas, todavía por definir. Lo que sí ha contado Sánchez es que los internos están ilusionados con la visita. “Ya han dicho que viene el guapete alto”, ha confesado el director. El cuñado del rey cumple una condena de cinco años y diez meses. Cumple la cuarta parte el 28 de noviembre de 2019, y es entonces cuando puede solicitar permisos ordinarios. El 19 de junio de 2018 ingresó en la cárcel de mujeres de Brieva y, desde entonces, ha estado en un módulo en el que no tiene contacto con otros reclusos. La pena la cumple en su totalidad el 9 de abril de 2024.