Qué necesita la Gales de Gareth Bale para no quedarse fuera de la Euro 2020

La fase de clasificación para la Euro 2020 se acerca a su conclusión y la mayoría de las selecciones vislumbran ya su futuro, teniendo más o menos claros sus objetivos. Sólo un puñado de ellas (Bélgica, Italia, Polonia y Rusia) están ya clasificadas y el resto aún necesitan algo para certificar su billete.

Una de las que más se ha complicado la situación es la Gales de Gareth Bale, entrenada por el emblemático exjugador del Manchester United Ryan Giggs, un combinado que participó en la anterior Eurocopa, pero que ahora no tiene una papeleta fácil en el grupo E.

A falta de dos jornadas, Gales es cuarta y penúltima de su grupo, en una liguilla en la que sólo se clasifican las dos primeras. En todo caso, los ocho puntos cosechados en las seis primeras jornadas aún le permiten soñar con el pase al torneo continental.

La situación actual del grupo es la siguiente: Croacia 14 - Hungría 12 - Eslovaquia 10 - Gales 8 - Azerbaiyán 1. Las dos primeras tienen un partido por disputar, mientras que a las tres últimas les falta jugar en las dos jornadas finales.

Lo primero que debe hacer Gales es ganar los dos partidos que le quedan en noviembre, primero en Bakú ante Azerbaiyán, y posteriormente en casa ante Hungría. Si logra esto último ya se asegurará adelantar al combinado magiar, que no tendrá más partidos para evitarlo. Pero además debe dar otro salto.

Y es que a Gales no le es suficiente con sobrepasar a Hungría. También debe ganar otra posición adelantando, bien a Croacia o bien a Eslovaquia. Y para ello, el partido claves es el que estas dos selecciones jugarán entre sí en Rijeka en la primera de las dos jornadas pendientes.

Si gana Croacia, vía libre para los galeses, que serán segundos de grupo en caso de lograr sus dos triunfos. Si empatan, los capitaneados por Gareth Bale también dependerán de sí mismos, ya que la igualdad a puntos con Eslovaquia les daría el pase.

El problema llegaría si Eslovaquia gana a Croacia, lo cual obligaría a Gales, no sólo a ganar a Hungría en esa última jornada, sino también a esperar una derrota eslovaca ante Azerbaiyán para evitar que el empate a puntos entre galeses y croatas dejase fuera a la selección británica.