Vox sueña con ser necesario
Sin ceder un ápice en su radical discurso, el partido de Abascal aspira a aumentar su representación parlamentaria para convertirse en un verdadero quebradero de cabeza para el PSOE o un incómodo aliado en el caso de que la derecha pueda gobernar
El presidente de Vox, Santiago Abascal. / Eusebio García del Castillo (Europa Press)
Madrid
Si la campaña electoral anterior, hace algunos pocos meses, comenzaba con Vox en “un símbolo de todos los españoles”, en Covadonga, su líder Santiago Abascal, ha elegido Cataluña esta vez. Empieza sin pegada de carteles esta nueva campaña en Hospitalet de Llobregat porque en Barcelona ha tenido problemas para encontrar local. Culpa de ello a la alcaldesa Ada Colau, a quien reprocha el ejercicio de la censura.
La detención del presidente de la Generalitat, la intervención de la “Generalidad” y de TV3 así como el apoyo a las FSE serán, sin duda, protagonistas de ese mitin. Y también de toda la campaña que llevará a Abascal a Sevilla, Valencia, Santander y Oviedo, entre otras ciudades.
Lo que es más que probable es que quien acuda a sus encuentros poco o nada escuchen hablar de Salvini y de sus aliados quienes no han tenido reparo en abrazar la “estelada” e incluso reclamar la independencia de Cataluña.
Más allá de las críticas a los medios de comunicación, enemigo incómodo que “manipula” siempre en su contra y al que han “parado los pies” negando “el pan y la sal” en algunos casos como el de Radio Jaén, Vox repite fórmula ideológica y ofrece medidas “sin complejos” porque creen que “nadie tiene derecho decir cómo tenemos que pensar”.
Siguen con las 100 medidas que ya compusieron su programa para las anteriores elecciones pero recalcan la necesidad de construir un muro que impida la entrada de inmigrantes desde África, la defensa de un modelo de familia que no incluye los derechos LGTBI y el desmantelamiento de la España autonómica que supone un gasto que consideran duplicado.
Mirando de reojo las encuestas que, salvo la preelectoral del CIS, le ofrecen la posibilidad de sobrepasar incluso a Ciudadanos, no quieren ilusionarse. Y sin embargo, la asistencia a los actos que han tenido desde la celebración de Vistalegre II (con llenos “hasta la bandera” ) les hace tener fe en unos muy buenos resultados electorales.
Dicen que salen a ganar, lo que no deja de ser más la expresión de un sueño que ahora se antoja imposible, de lo que son perfectamente conscientes. La realidad les hace imaginar que lograran suficientes escaños como para ser tan decisivos como en Andalucía, Madrid y Murcia.
Javier Torres
Redactor de Política, trabaja en el Congreso y hace seguimiento de Vox. Anteriormente formó parte de...
