Acceso limitado a los toros, nuevos hospitales y hasta 10.000 viviendas públicas: el programa del nuevo Gobierno portugués
El segundo Ejecutivo del socialista António Costa supera su primera prueba ante el Parlamento luso
Lisboa
Tres semanas después de recibir el encargo de formar su segundo Ejecutivo, el primer ministro socialista António Costa ha acudido al Parlamento luso este miércoles y jueves para presentar el Programa del XXI Gobierno de la República Portuguesa, en el que ha detallado alguna de sus propuestas para la legislatura recién iniciada en el país vecino.
Aunque su formación fue la más votada en las elecciones del pasado 6 de octubre, se quedó a ocho escaños de la mayoría absoluta, y por eso esta primera audiencia del premier ante el nuevo hemiciclo era clave. Si bien la Constitución lusa dispensa con la necesidad de obtener el apoyo de los diputados, los nuevos Ejecutivos sí necesitan evitar que una mayoría de los 230 miembros de la Asamblea de la República voten en contra de su Programa de Gobierno.
La posibilidad de que las formaciones de la izquierda y la derecha se unieran para apoyar una moción de rechazo del texto –acción que provocaría la caída inmediata del Gobierno– era remota, pero aun así el primer ministro Costa se esforzó por hacer propuestas que resultasen interesantes para el resto de los partidos.
Abanico de medidas sociales
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En el ámbito social, el segundo Ejecutivo Costa propone el lanzamiento de un nuevo sistema que identificará a los alumnos con problemas de alfabetismo en el ámbito escolar y les ofrecerá apoyos especiales para que puedan triunfar. También se contempla un nuevo acuerdo de financiación de las universidades lusas, y mayores apoyos para los universitarios del interior luso que tienen cada vez más dificultad en encontrar sitios donde vivir en Lisboa y Oporto debido a la burbuja inmobiliaria que afecta los precios de alquiler en ambas ciudades. Para combatir esta situación, el Gobierno promete crear hasta 12.000 puestos adicionales en las residencias estudiantiles del país vecino antes de 2023.
El Gobierno también promete reforzar la sanidad pública con la apertura de 20 nuevos centros de salud antes del cierre de este año y cuatro hospitales nuevos antes del final de la legislatura. Para luchar contra los precios desorbitados de las casas en el litoral portugués, se propone construir hasta 10.000 nuevas viviendas públicas. También hay planes para simplificar la burocracia en términos generales, y modificar la legislación de ciudadanía para otorgar la nacionalidad lusa a cualquier que nazca en suelo luso. A día de hoy, los recién nacidos en Portugal solo adquieren la nacionalidad a través del criterio jurídico de ius sanguinis, que obliga al sujeto ser hijo de un ciudadano luso.
El Programa también contempla el aumento del salario mínimo de los 600 euros actuales a los 750 euros en 2023, e incluye un guiño al Partido de las Personas, los Animales y la Naturaleza (PAN) con nuevas propuestas para limitar el acceso a los espectáculos taurinos en el país vecino: se planea aumentar la edad mínima de acceso de los 12 años actuales a los 16 años, y no se descarta elevar los impuestos aplicados a este tipo de acto.
Ninguna formación rechazó el Programa
Al concluir el debate ninguno de los partidos con representación parlamentaria –ni siquiera el ultraderechista Chega– han presentado una moción de rechazo, por lo que se ha dado luz verde a Costa para ponerse a gobernar.
Aunque han evitado entrar en una situación de bloqueo político, todas las formaciones han criticado el Programa de Gobierno por algún que otro motivo. Los partidos de la izquierda –los marxistas del Bloque de Izquierda (BI) y los comunistas lusos– lo censuraron por no ir suficientemente lejos para mejorar los servicios sociales del país vecino, mientras que la derecha –compuesta por el Partido Social Demócrata (PSD) y el Centro Democrático Social (CDS)– tachó a muchas de las medidas como irresponsables y arremetió contra el Ejecutivo por ser el mayor de la historia democrática de Portugal –incluye 19 ministros y 50 secretarios de Estado–.
Superada esta primer prueba, Costa ahora se dedicará a preparar los Presupuestos Generales para 2020, que tienen que ser negociados con los otros partidos y presentados ante el Parlamento a mediados de diciembre. Al no haber una alianza formal de la izquierda lusa en esta legislatura, los socialistas tendrán que ganarse el apoyo de al menos ocho diputados de formaciones ajenas para aprobar la legislación.