La 'explosión' del racismo en el fútbol italiano: tres escándalos en menos de tres meses
El caso sufrido por Mario Balotelli en Verona se une a los ocurridos en las semanas previas con Romelu Lukaku y Franck Kessié,
Los cánticos racistas entonados este domingo por una parte de la afición del Hellas Verona contra Mario Balotelli, delantero del Brescia, volvieron a avergonzar a la Serie A italiana, que ya registró tres graves casos de actitudes discriminatorias en las gradas en los primeros dos meses y medio de competición.
El belga Romelu Lukaku, delantero del Inter de Milán, y el marfileño Franck Kessié, centrocampista del Milan, también lamentaron cánticos racistas en una temporada en la que la ignorancia y la discriminación están oscureciendo el valor de un torneo que, a nivel estrictamente deportivo, está creciendo.
Por segunda vez este año fue una parte de la afición del estadio Bentegodi de Verona la indeseada protagonista de estos cánticos. Esta vez le tocó a Mario Balotelli recibir insultos mientras estaba peleando por un balón en la zona del banderín de un córner.
Al oír los cánticos, Balotelli cogió el balón con las manos y lo lanzó con violencia hacia las gradas, antes de acercarse al túnel de vestuarios amenazando con negarse a seguir compitiendo.
Los compañeros y los rivales de Balotelli le arroparon e intentaron convencerle para que siguiera compitiendo, mientras la mayoría de la afición del Bentegodi, molesta con los responsables de los cánticos, empezó a corear el nombre de Mario para sostenerle.
El colegiado del encuentro aplicó el reglamento promovido por la Federación de Fútbol Italiana (FIGC) que permite interrumpir el encuentro o abandonarlo definitivamente en casos de racismo. Detuvo el duelo durante cerca de cuatro minutos antes de que volviera la calma.
El encuentro acabó con victoria 2-1 del Verona y el gol del Brescia lo anotó precisamente Balotelli con un derechazo a la escuadra en el minuto 85. Fue su segunda diana de la temporada, tras el cabezazo marcado al Nápoles en septiembre.
'Gracias a todos los compañeros en el campo y fuera del campo por la solidaridad que me mostraron. Y gracias por todos los mensajes recibidos por vosotros los aficionados. Gracias de corazón. Habéis demostrado que sois hombres de verdad, no como quienes niegan la realidad', escribió Balotelli en Instagram.
Otro caso lamentable que avergüenza a la Serie A, unida en condenar a los ignorantes que, con su actitud, volvieron a manchar la imagen del fútbol italiano en el mundo.
Todo ello, después de que este sábado el árbitro detuviera durante algunos minutos el partido del Olímpico entre Roma y Nápoles, el denominado 'derbi del sur', por unos cánticos ofensivos de la hinchada romanista contra la napolitana: 'O Vesuvio, lavali col fuoco' (O Vesubio lávales con fuego).
'Estamos con Mario, estamos en contra de todas las formas de racismo. Racistas ignorantes', fue el mensaje publicado en las redes sociales por el representante de Balotelli, Mino Raiola, para unirse a la condena de lo ocurrido.
Y eso que el delantero italiano ya fue víctima de racismo en su etapa en la Ligue 1 francesa, cuando vestía la camiseta del Niza. Le tocó en enero de 2017 en una visita al Bastia y también meses después en un partido jugado en Dijon.
'Tengo una pregunta para los franceses. ¿Es normal que los aficionados del Bastia me hayan hecho sonidos de 'mono' y 'uh-uh' durante todo el partido y que nadie del Tribunal disciplinario haya dicho algo? ¿El racismo es legal en Francia? ¿O lo es solo en Bastia?', escribió en ese momento en sus redes sociales.
A los dos casos de racismo registrados este curso en Verona se añadió también el de Cagliari contra Lukaku, en un estadio que ya en los años anteriores había sido indeseado protagonista con cánticos e insultos contra el francés Blaise Matuidi del Juventus Turín.
La opinión pública italiana coincide en que, en situaciones de este tipo, a las condenas verbales deben sumarse las condenas prácticas y concretas. Últimamente, varios clubes italianos, como el Roma, negaron el acceso al estadio a unos aficionados que se mancharon de actitudes racistas.
Las cámaras de seguridad ubicadas en los estadios permiten controlar en todo momento el comportamiento de los aficionados y averiguar fácilmente su identidad.
Tanto los miembros de los clubes como los medios coinciden en que, además de fomentar los valores del deporte en las escuelas, es necesario identificar a los responsables y aplicar condenas ejemplares para desincentivar dichas actitudes.
Medidas a aplicar rápidamente para que el balón vuelva a ser el único protagonista del deporte más seguido del mundo.