Un guardia civil que seguía a los CDR acabó en el hospital tras una descarga eléctrica
El agente tuvo que saltar una valla electrificada por miedo a ser descubierto mientras colocaba un micrófono
Madrid
La exhaustiva investigación practicada durante año y medio a los siete detenidos por integrar una supuesta organización terrorista en los Equipos de Respuesta Táctica de los Comités de Defensa de la República, esta repleta de anécdotas vividas por los agentes de la Guardia Civil que llevaron a cabo los seguimientos.
Uno de ellos tuvo que ser hospitalizado cuando intentaba colocar un micrófono en el domicilio de uno de los sospechosos. Fuentes de la investigación han confirmado a la Cadena SER que mientras una sospechosa sacaba a pasear a su perro aprovecharon para entrar en la vivienda.
En ese momento, ella regresó porque había olvidado algo en casa y el equipo de apoyo de la Guardia Civil que permanecía en las inmediaciones alertó a su compañero que estaba en el interior para que saliera de inmediato. El agente salió antes de ser sorprendido y saltó una valla cinegética para escapar, que estaba electrificada. El guardia resultó herido y tuvo que ser ingresado en un hospital.
La lectura del sumario revela la meticulosa investigación practicada durante año y medio. Seguimientos, fotografías de esos seguimientos, micrófonos y cámaras en domicilios e incluso en el interior de los propios vehículos. Colocación de dispositivos GPS para saber en todo momento dónde se encontraban o el registro meticuloso de las basuras.
Un trabajo desarrollado por la guardia civil, con la dirección del juez Manuel García Castellón y el teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Miguel Ángel Carballo.
El sumario confirma que adquirieron precursores de explosivos y que se inspiraron en el "manual de cocina del anarquista" para fabricarlos. Disponían de todos los componentes para elaborar amonal, amosal, anfo, e instrucciones y algunos componentes para la Goma2, la madre de Satán y la cloratita.