El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha mostrado su preocupación por la influencia que Vox está demostrando tener en los partidos de la derecha y, en la entrevista concedida este viernes a Hoy por hoy, ha asegurado que va a estudiar si se pueden tomar medidas después de que la Asamblea de la Comunidad de Madrid aprobara, con el apoyo del PP y Ciudadanos, una Proposición No de Ley presentada por Vox para ilegalizar a los partidos independentistas. Sánchez también ha dicho que «Vox no deja de ser un invento de Aznar para desestabilizar a Rajoy» que, en su opinión, «se les ha ido de las manos» y que preocupa por sus posiciones políticas en cuestiones como la libertad de partido, la violencia machista, la libertad de prensa o los derechos LGTBI. Aunque no ha concretado qué medidas se plantea estudiar, el anuncio de Sánchez en este último día de campaña ha generado reacciones en los principales partidos de oposición. El candidato del Partido Popular, Pablo Casado, ha justificado su apoyo a la iniciativa de Vox: «A mí el estado autonómico no me lo van a poner en cuestión porque esté Torra o Puigdemont. Lo que no entiendo es que haya partidos que pidan abrirlo en canal. Lo que no puede ser es que proyectos que intentan exacerbar las divisiones puedan ser útiles para parar esos desafíos». Albert Rivera, candidato de Ciudadanos, en cambio, se ha puesto de perfil: «No se puede financiar a aquellos que fomentan la violencia y la aplauden. En España se puede ser independentista y hasta comunista. Pero no se puede ser violento y recibir dinero público». El líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, por su parte, ha tirado de ironía en su análisis: «Vox es el inconsciente de otras fuerzas políticas. El otro día me decía Monedero, en plan de coña que Vox es el PP con dos carajillos. Y no iba mal porque hay gente que, cuando bebe, dice lo que piensa».