Adelardo se despide del Calderón: "Siento mucha pena y mucha nostalgia"
La leyenda del Atlético de Madrid se ha despedido del estadio de los rojiblancos en 'SER Deportivos'. Uno de sus mejores recuerdos, cuando sus compañeros le levantaron como capitán del equipo en la conquista de la Intercontinental
Madrid
Adelardo Rodríguez no quiere mirar de frente a la última grada del Vicente Calderón que queda en pie. Prefiere estar de espaldas mientras se despide del viejo estadio rojiblanco en 'SER Deportivos'. "Es un recuerdo tan grande que he venido con el freno de mano echado", asegura en los micrófonos de la ser a escasos metros de lo poco que queda del estadio en el que jugó tantos años.
La leyenda del Atlético llegó al club madrileño en la temporada 1959-60 y vivió el traslado del Metropolitano al Calderón. "Yo estuve aquí en octubre de 1966 inaugurando el estadio en un partido entre el Atleti y el Valencia. Son muchos los recuerdos. No había pasado por aquí desde que dejamos el estadio", asegura.
El que fue uno de los grandes capitanes del club reconoce que para él se trata de una triste despedida. "Siento mucha pena, mucha tristeza y mucha nostalgia porque son muchos años. [Este campo] no se me borrará nunca ni de la cabeza ni del cuerpo porque, además, aquí empleé el cuerpo bastante tiempo".
Sus mejores recuerdos
Aunque son muchos los momentos con los que Adelardo se queda del Calderón, recuerda con cariño la inauguración y la pancarta de los socios que elogiaban que el nuevo campo tenía asientos para todos los espectadores, el triunfo en la Intercontinental y su gol ante el Celtic para jugar por primera vez la final de la Copa de Europa.
"Un gol es difícil porque a pesar de mi posición creo que hice más de 115 goles... Son muchos para esa posición. Pero hay uno que quizá recuerde con más ilusión: el de la semifinal de la Champions ante el Celtic de Glasgow por todo lo que hubo alrededor del partido. Por lo que hubo allí y por la lección de seriedad que dimos aquí. En Escocia lo pasamos mal aunque dimos nuestras pataditas porque ellos nos las dieron a nosotros".
En aquellas semifinales de la temporada 1973-74, el Atlético y el Celtic empataron a cero en lo que se denominó la batalla de Glasgow. En el Calderón, los rojiblancos lograron imponerse por 2-0 con tantos de Gárate (77') y Adelardo (86'). "Recuerdo ese gol de la tranquilidad. En casa me dicen que soy muy tranquilo, y quizá por eso hacía esos goles. Ese segundo tanto nos hizo estar en la final de la Champions", añade.
El estímulo de Futre
Adelardo recuerda con cariño el partido homenaje que recibió en el Calderón en 1976 después de toda una vida como jugador colchonero. "Llegué al Atleti por la puerta pequeña y me quería haber ido por la puerta pequeña pero me hicieron un homenaje del que estoy agradecidísimo", relata.
El exjugador confiesa que después de su retirada tuvo años en los que lo pasó muy mal y acudía al campo con "desgana". Sin embargo, hubo un futbolista que le hizo recobrar la emoción: el portugués Paulo Futre. "Era un hombre que te encendía. A mí me gusta los jugadores que buscan la portería y el gol. Paolo fue un hombre que me entusiasmó", asegura en los micrófonos de la SER.
Alfredo García
Coordinador digital de las emisoras de la SER. Anteriormente, y durante más de una década, fue responsable...