La historia de Marisol, una superviviente que llegó a España huyendo de los golpes y humillaciones de su marido
El caso de esta mujer boliviana, que responde al discurso negacionista que Vox despliega en sus actos oficiales, ayuda a entender lo importante que es la batalla contra la violencia machista
Madrid
25 de noviembre: Día Internacional contra la Violencia de Género. Una jornada para recordar a las 51 mujeres asesinadas este año por sus parejas o exparejas: 1.027 desde que en 2003 comenzaron las estadísticas oficiales. Y para seguir reclamando una sociedad más justa e igualitaria a pesar del auge de los discursos negacionistas.
Marisol, mujer inmigrante y maltratada: “No podemos dejar de avanzar por un discurso tan primitivo como el de Vox”
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Marisol es una de las miles de mujeres que siguen saliendo cada día del infierno de los malos tratos. Es boliviana y llegó a España huyendo de los golpes y humillaciones de su marido. Su caso nos ayuda hoy a entender lo importante que es esta batalla.
Una batalla que esta mujer libró sola en Bolivia. Nunca denunció en su país los malos tratos físicos y psicológicos que sufrió por parte de su marido. Después de varios años no aguantó más y vino a España con dos hijos pequeños y embarazada de un tercero que finalmente perdió.
"El valor de plantar cara"
Le preguntamos a Marisol que le diría a una mujer maltratada que ahora mismo la estuviese escuchando. "¿Por qué debemos permitir que nos humillen, que nos insulten, que nos golpeen, que nos traten como seres inferiores? Debemos hacer un alto y tener el valor de plantar cara".
Tras diez años en España, el marido la localizó. La llamó y le pidió una nueva oportunidad. Ella regresó con los niños junto a él. Pero nada cambió. En Bolivia encontró al mismo hombre violento y por segunda vez huyó a España.
Marisol lleva dos años recibiendo la ayuda psicológica de una ONG, una de esas asociaciones que la extrema derecha llama chiringuitos y que quiere eliminar. Para esta mujer fue su tabla de salvación.
Destrozada psicológicamente
Fue una médica la que detectó que estaba destrozada psicológicamente y que necesitaba ayuda. La derivó a la Federacion de Mujeres Progresistas para que la atendieran inmediatamente porque en el servicio de Salud Mental había una larga lista de espera.
Dice que en la asociación la "salvaron". "No solo me escucharon, me abrieron sus puertas y me dieron la oportunidad de fortalecer mi autoestima y consolidar mi seguridad para seguir adelante en esta lucha", explica. "Y no solo por mí sino porque también arrastraba conmigo a mis hijos". Marisol dice que se siente ahora en paz y con mucha tranquilidad. Lo ha superado.
Vox dirige su discurso contra los inmigrantes y contra la violencia de género. Marisol es inmigrante y maltratada. Y le espanta lo que oye de los dirigentes de la extrema derecha. "Cuando escuchó estos discursos tan homófonos, sexistas, clasistas, creo que es un retroceso. Creo que su campo de visión es muy limitado. No podemos dejar de avanzar pensando de una forma tan primitiva. Hace mucho tiempo que se convive con gente de diferentes puntos del mundo. Mientras más rápido se asuma esta realidad, más rápido se darán cuenta de los verdaderos problemas".
Marisol y sus dos hijos llegaron por segunda vez a España en las navidades de 2017. Dice que fue duro. Empezó trabajando 14 horas en un restaurante, pero en estos dos años ha mejorado mucho. Ahora está empleada como administrativa en Mercamadrid. Su hijo mayor está en la Universidad y la pequeña en Bachillerato.