Portugal da luz verde a la eliminación paulatina del copago sanitario impuesto por la Troika
Los Presupuestos Generales de Portugal para 2020 también contemplan un incremento del IVA aplicado a la tauromaquia
Lisboa
Una de las medidas más controvertidas impuestas por la Troika -la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional- durante su intervención de Portugal fue el aumento de las tasas de acceso a la sanidad pública del país vecino.
Si bien ya existían unas tasas de copago mínimo, en 2012 los hombres de negro decretaron el incremento de las mismas, y de pronto los lusos se vieron obligados a pagar cinco euros por cada consulta con el médico de familia en el centro de salud, 10 por cada visita al especialista, y entre 20 y 50 euros cada vez que acudían a Urgencias. La medida generó un fuerte descontento entre la población lusa, que se quejó que el Estado estaba aprovechándose de los más débiles de un país devastado por la crisis, y finalmente el entonces Ejecutivo del conservador Pedro Passos Coelho tomó medidas para salvaguardar a quienes se veían más perjudicados por la medida. Se anunciaron exenciones de pagopara los enfermos crónicos, niños menores de 12 años de edad, embarazadas, y familias con rendimiento inferiores a los 628 euros mensuales.
En total, más de seis de los 10 millones de portugueses se libraron del copago, y a día de hoy el 60% de la población lusa no tiene que pagar estas tasas, pero aún así se trata de un mecanismo que genera enormes cantidades de dinero para la República Portuguesa. En su primer año de existencia, 165 millones de euros provenientes del copago sanitario pasaron a las arcas del Estado luso, y el año pasado se recaudaron 154 millones de euros de esta manera.
A pesar de ser una medida que afecta a menos de la mitad de la población, siete años después las llamadas "tasas moderadoras" siguen siendo denostadas por los portugueses, quienes consideran que representan la continuidad de la crisis en tierras lusas. Precisamente por ese simbolismo, durante la campaña de las elecciones legislativas del pasado mes de octubre el primer ministro socialista António Costa prometió que si conseguía un segundo mandato al frente de la nación, el copago sanitario desaparecería. Cumpliendo con ese compromiso, los primeros Presupuestos Generales del Ejecutivo Costa II incluyen la abolición paulatina de las tasasen el ámbito de la atención primaria este año, y del resto del Sistema Nacional de Salud antes de 2023.
Medidas contra el alojamiento local y la tauromaquia
En los mismos Presupuestos se incluyen medidas como descuentos del 30% del IRPF para los menores de 26 años que ganen menos de 25.075 euros anuales y una deducción de 300 euros del IRPF de las familias que tengan más de un hijo con menos de tres años de edad. Para luchar contra el turismo masificado, el Gobierno incluye descuentos para quien decida re-calificar un alojamiento local como una propiedad de alquiler regular, mientras que se intenta fomentar el transporte público destinando 15 millones de euros para reforzar los autobuses que conectan las comunidades intermunicipales, y se aplica un nuevo "impuesto verde" a los servicios a domicilio que no utilicen embalajes reciclados.
Finalmente, el Ejecutivo intenta sobreponerse al Parlamento -que el año pasado vetó la propuesta para aumentar el IVA aplicado a la tauromaquia- y propone que éste aumente del 13% actual al 23% a partir del año que viene. La medida es inusual, pues históricamente los políticos del país vecino han evitado tomar medidas en contra este tipo de espectáculo, muy popular en las regiones del Ribatejo y el Alentejo que tradicionalmente han sido baluartes de la izquierda, y en las que el Partido Comunista Portugués ha contado con apoyo especial. La propuesta viene acompañada con otra que reduciría al 6% el IVA aplicado a las entradas a los zoológicos, algo que sin duda no hará gracia al Partido de las Personas, los Animales y la Naturaleza, una de las formaciones más cercanas al Gobierno socialista.
Los Presupuestos de 2020 -los quintos preparados por el ministro de Finanzas y presidente del Eurogrupo, Mário Centeno- no incluyen guiños a los comunistas lusos o al Bloque de Izquierda, las dos formaciones de la izquierda que se unieron a los socialistas portugueses para formar la alianza parlamentaria conocida como la Geringonça durante la última legislatura. Representantes de los dos partidos han afirmado este martes que las propuestas son insuficientes, y no aclaran si votarán a favor del texto el próximo 10 de enero. Al controlar apenas 108 de los 230 escaños en el Parlamento, si quiere evitar una crisis, el primer ministro Costa necesitará seducir a una de las dos formaciones durante el próximo mes para lograr que sus Presupuestos salgan adelante.