Espectacular rescate al límite en una grieta helada del Mont Blanc

Madrid

El bombero Carlos Garranzo se ha hecho eco en su página de Facebook Alpinismo y Montaña del relato de un rescate extremo en el corazón del Vallée Blanche (Chamonix-Mont Blanc), la zona alpina entre las fronteras de Francia, Suiza e Italia. Los servicios de emergencias recibieron una llamada avisando de que un esquiador había caído a una grieta pero no fue capaz de aportar más datos que facilitasen la localización del accidentado. El equipo de rescate se desplazó hasta la zona en helicóptero y sobrevoló hasta localizar unos esquíes sobre la nieve junto a una grieta en la montaña.

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Uno de los miembros del equipo de rescate descendió del helicóptero, que no podía aterrizar,  y al revisar la zona encontró huellas de pasos que se dirigían hacia la grieta. El rescatista se asoma y grita preguntando "¿Cómo está? ¿Habla francés?". Desde la grieta se escucha una voz que explica que son dos las personas que están en el agujero. El que lo explica habla poco francés y dice que su compañero "está mal". 

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El equipo de rescate pide refuerzos y dos personas descienden con cuerdas por la grieta. Abajo se encuentran a una de las víctimas con un tobillo roto; pero lo preocupante es el estado de la segunda víctima. Está aún más abajo, ha quedado encajada entre el hielo y está cubierta por nieve; no puede respirar bien ni moverse. El primero cayó al tratar de ayudar al segundo, que fue el primero en caer a la grieta. 

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Los rescatistas logran sacar del agujero al primero, que además del tobillo, se ha roto una pierna. El hombre está bien y es trasladado en helicóptero. Mientras, el segundo accidentado espera a los equipos de rescate, y se va echando la noche. Este segundo rescate es más complicado porque está encajado en el hielo. Los rescatistas tienen que picar el hielo para sacarlo, y la víctima grita de dolor con cualquier movimiento. Logran sacarlo con hipotermia después de mucho trabajo. 

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