Muere la pintora realista María Moreno
Moreno pertenecía, junto su marido, Antonio López, al grupo de realistas madrileños
EFE / María Moreno y su marido, Antonio López
Madrid
La pintora María Moreno ha fallecido en Madrid a los 87 años de edad, según ha informado el Museo Thyssen, donde la artista participó en la exposición Realistas de Madrid, entre febrero y mayo de 2016.
María Moreno nació en Madrid en 1933 y se formó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, donde ingresó en 1954 para cursar los estudios de Bellas Artes, especializándose en pintura. Según explica el Thyssen, desde los años 70 del siglo pasado, su obra comenzó a mostrarse y a formar parte de colecciones internacionales. En 1973 se celebró una exposición individual de su obra en la galería Herbert Meyer-Ellinger de Frankfurt y en 1990 tuvo lugar una importante exposición en la galería Claude Bernard de París.
María y su marido, el pintor Antonio López (Tomelloso, Ciudad Real, 1936), pertenecen al grupo histórico y generacional de pintores y escultores que han vivido y trabajado en Madrid desde la década de 1950, unidos tanto por el vínculo de su formación y de su trabajo como por sus relaciones personales y familiares. Además de María y Antonio, este grupo lo componen el escultor Julio López Hernández (Madrid, 1930-2018) y su mujer Esperanza Parada (San Lorenzo de El Escorial, Madrid, 1928-Madrid, 2011); el escultor Francisco López Hernández (Madrid, 1932-2017), hermano de Julio; su mujer, la pintora Isabel Quintanilla (Madrid, 1938-2017) y Amalia Avia (Santa Cruz de la Zarza, Toledo, 1930-Madrid, 2011), casada con el artista Lucio Muñoz. No todos nacieron en Madrid, pero este ha sido el lugar principal de residencia y trabajo de todos ellos.
En las últimas décadas la obra de María Moreno ha formado parte de varias muestras colectivas, como la organizada en 1991 en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Los motivos de su pintura abarcan desde el paisaje, con un lugar destacado para Madrid, pero también para el paisaje de La Mancha; los retratos de su entorno más próximo, en su primera etapa; los interiores, presentes desde el comienzo de su carrera; los bodegones, los jardines y las flores, por las que ha sentido especial predilección a partir de los años 1990.
