Cómo hacer diferente el fin de semana cuando todos los días son iguales
47 millones de españoles nos disponemos a pasar este primer fin de semana de primavera y de confinamiento completo en casa por el coronavirus con las rutinas vueltas al revés y sin saber qué de diferente puede ser un sábado de un martes
Madrid
Lo primero que hice el domingo pasado al levantarme fue un calendario a mano en un folio amarillo con los días de marzo. Luego pensé añadir abril. Como aún me quedaba papel llegué hasta mayo y lo plantifiqué en la puerta de la nevera donde ahora, cinco días después del confinamiento, también hay una receta de bizcocho, otra de magdalenas de plátano y una tabla de ejercicios para hacer en 30 minutos. La vida familiar está ahora condensada en esa puerta de la nevera. Aún no hemos tachado ningún día, no sé por qué, pero llega el fin de semana y el reto de pensar cómo hacer para que parezca (y sea) diferente a los demás días. Es el primero de la primavera, el primero de encierro total y en el que celebraré mi cumpleaños. Sin salidas, sin conciertos fuera, sin cines y con las rutinas vueltas del revés.
No basta con que trabajes o no. El miedo al contagio propio y ajeno, a quedarte sin trabajo o sin empresa pesa más que la banalidad de hacer diferentes los días. Lo que ocurre es que en este sueño raro lo trivial se hace necesario. Y la risa, nerviosa o vestida de humor negro, nos saca del atolladero.
Cambio, ¿qué cambio?
"Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes", es una frase anónima atribuida erróneamente a personajes como Albert Einstein o Mark Twain. La cita parace una obviedad pero quizá no lo sea tanto en estos tiempos y nos invita a actuar diferente si queremos un fin de semana que se parezca en algo a lo que entendemos por un fin de semana.
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Ahí van algunas ideas de andar por casa (o de puerta de nevera):
- Levántate a una hora distinta el sábado y el domingo al resto de la semana. Si tienes hijos pequeños puede que no lo consigas porque siempre marcan diana matutina, pero seguro que una buena sesión de cosquillas y juegos en la cama es posible para alargar y poner de buen humor.
- Cocina tu comida favorita. O la de tu pareja o la de con quien compartas confinamiento estos días. Da igual que sea laboriosa. Quizá una tarta con merengue. Tienes tiempo. Es fin de semana.
- Desempolva juegos de mesa. Rastrea en el fondo de los armarios. ¿Un bingo? ¿Un scrabble? ¿Un trivial? Si estás solo, siempre puedes conectarte a algún juego en línea con otros.
- Museos virtuales. La cultura no se para. Son los fines de semana cuando los centros culturales reciben la mayor afluencia de público. Desde el Museo del Prado con sus visitas virtuales ahora que está cerrado hasta la Capilla Sixtina. Las posibilidades son enormes. Solo tienes que decidir qué museo quieres visitar.
- Concierto de tu artista favorito. Tu salón se convertirá en una pista de baile o un teatro para un concierto íntimo. Los artistas se están volcando en esta crisis y muchos ofrecen recitales a través de plataformas como Facebook o Instagram. Revisa tu WhatsApp, echa un ojo a tus redes sociales, selecciona y apunta en tu agenda.
- Teatro en casa. El Centro de Documentación Teatral del Inaem ha puesto en marcha un servicio con representaciones teatrales para ser vistas online. En la teatroteca hay obras clasificadas para niños.
- Fiesta de disfraces con amigos. Ha pasado carnaval y quizá no lo celebraste. Es el momento. Haz una propuesta y queda con ellos para conectaros a una hora y disfrutar de una fiesta de disfraces. Seguro que alguien se disfraza de coronavirus. La risa es una gran aliada en estos momentos.
La psicóloga Raquel Huéscar apuesta por llevar a cabo actividades distintas durante el fin de semana.
"¿Quién dice que por estar en casa no se puede hacer algo especial? No solo lo evidente que supone no madrugar o estar sin tareas del colegio cuando hay niños. Se puede organizar una cena especial en casa, 'quedar' para ver un película o tomar el aperitivo. Porque lo que lo hace especial es la carga emocional que otorgamos a lo que hacemos. Mantener el ánimo también depende de estos pequeños momentos", afirma.
Los marinos saben mucho de confinamiento. "Debe de ser la primera vez en la historia que los marinos tenemos cierta ventaja", explica el capitán de barco Rodrigo Tuero que recomienda tener rutina. Explica que lo importante es celebrar cualquier pequeña cosa digna de celebrarse. En la jerga marina existe una término, la mamparitis, que describe el estado mental que se alcanza tras varias semanas o meses repitiendo la misma rutina: "Irratibilidad por pequeños detalles, celebración desmesurada de acontecimientos irrelevantes"...
Y sobre todo, planifica algunas cosas. Si ya lo hacías antes del confinamiento, no hay razón para que dejes de hacerlo ahora. Si no, se te habrá pasado el fin de semana sin hacer nada de lo que querías.
The Cure cantaban en su conocida 'Friday I'm love':
No me importa si el lunes es azul
Martes gris y miércoles también
Jueves, no me importas
Es viernes, estoy enamorado
No sé si podremos o sabremos enamorarnos durante este encierro necesario, pero sí que necesitaremos toneladas amor, paciencia y solidaridad. Buen fin de semana.
Maika Ávila
Periodista y autora de 'Conciliaqué. Del engaño de la conciliación al cambio real'. Ha formado parte...