El Consejo de Ministros, presidido por Pedro Sánchez, se ha reunido este martes para llevar a cabo medidas económicas inéditas para afrontar la lucha contra el coronavirus. Además, como ya adelantó el propio presidente del Gobierno el pasado domingo, han aprobado la solicitud al Congreso de los Diputados de la prórroga del estado de alarma por otros 15 días debido a la crisis del coronavirus. Entre las medias que el Gobierno ha aprobado esta la puesta en marcha de un primer tramo de avales de 20.000 millones para garantizar la liquidez de las empresas más afectadas por la crisis del coronavirus, y la mitad de ese importe servirá para garantizar nuevos préstamos de autónomos y pymes. El Consejo de Ministros ha acordado las características de este primer tramo de avales, que forma parte del plan del Ejecutivo para llegar a disponer hasta 100.000 millones, según ha informado en rueda de prensa la ministra portavoz, María Jesús Montero. Respecto al reparto de los 300 millones de euros acordado la semana pasada con las Comunidades Autónomas –para crear un “escudo social” y proteger a los más vulnerables, con el fin de reforzar los servicios sociales y la teleasistencia– María Jesús Montero ha informado que ya se ha aprobado esta transferencia y que va acompañada de un fondo de 25 millones para garantizar que se siguen prestando ayudas de becas comedor aunque los colegios permanezcan cerrados. Estos fondos proceden del crédito extraordinario de 600 millones aprobado el pasado martes en el Consejo de Ministros y que se engloban en el plan de choque de 200.000 millones de euros. Asimismo, el Ejecutivo pone en marcha la línea de avales para garantizar la liquidez de autónomos y empresas con el objetivo de apoyar al tejido empresarial garantizando el acceso a la financiación necesaria para mantener la actividad y el empleo. Salvador Illa, ministro de Sanidad, ha asegurado que hasta este martes el Gobierno ha distribuido 5.848.000 mascarillas de protección entre las comunidades autónomas y ha asegurado que no hay «ningún impedimento» para que éstas sigan adquiriendo los productos de protección que crean que necesitan. Illa ha rechazado que fuera un error poner en marcha el mecanismo de compra centralizada y ha dicho que no fue un error, ya que el balance es «positivo» y demuestra que se hizo bien en adoptar esta medida. Ante las circunstancias «excepcionales» con un mercado desabastecido y mucha competencia, se hizo necesario tomar medidas de apoyo y el Gobierno que, en condiciones normales no compra estos productos, decidió reforzar los mecanismos de apoyo como la compra centralizada, ha explicado. Illa ha recordado que, además de mascarillas, el Ejecutivo está comprando en el mercado chino también test rápidos y respiradores. Además, se está activando la producción nacional, porque el autoabastecimiento «es lo que nos va a proporcionar la garantía de disponer de esos productos en las próximas semanas y meses», ha recalcado. Todo ello, ha precisado, sin que las comunidades sigan desarrollando su papel, pero, ha reiterado, que la compra centralizada «correspondía hacerlo por la excepcionalidad de la situación». Salvador Illa ha insistido en que el Gobierno no ha dificultado, sino todo lo contrario, la compra de material sanitario para hacer frente al coronavirus. El ministro ha explicado que España se ha dirigido al mercado chino, aunque no exclusivamente, para adquirir el material porque es el que tienen más capacidad de producción, aunque también ha participado en todos los procedimientos de compra conjunta de la UE, en concreto, en cuatro. También ha querido dejar claro que a la hora de adquirir el material, el Gobierno toma todas las precauciones que puede y debe tomar para garantizar que los productos tienen la calidad exigida y que las ofertas que se le hacen son serias y no son «movimientos especulativos».